Corea del Norte notificó ayer a Japón que lanzará un satélite en los próximos días, lo que Tokio y Seúl consideran un ensayo encubierto de tecnología para misiles balísticos y una amenaza para la paz regional, además de vulnerar resoluciones de Naciones Unidas.

Pionyang informó a la Guardia Costera de Japón sobre varias zonas marítimas donde podrían caer restos de un cohete espacial cuyo lanzamiento está previsto entre los próximos días 31 de mayo y 11 de junio, según señalaron las autoridades niponas.

Corea del Norte anunció a finales del año pasado sus planes para lanzar un satélite espía, y en abril los medios del régimen mostraron la visita del líder Kim Jong-un al centro de desarrollo espacial militar para inspeccionar un dispositivo de ese tipo que se encontraba ya “listo para ser equipado” en un cohete espacial.

El primer ministro nipón, Fumio Kishida, criticó ayer el lanzamiento norcoreano previsto y señaló que se tratará “de una grave amenaza para la seguridad” nacional, mientras que el portavoz del Ejecutivo, Hirokazu Matsuno, lo calificó de una “seria provocación”.

Seúl, por su parte, advirtió a Pionyang de que “pagará un precio” si sigue adelante con su plan de lanzamiento, al que tachó de “acción provocativa que amenaza la paz regional”, según manifestó el portavoz del Ejecutivo surcoreano, Lim Soo-suk.