El Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) llevan horas protagonizando nuevos combates en el oeste de la capital del país, Jartum, y la ciudad-hermana de Omdurmán tras el colapso esta semana de las conversaciones para prorrogar el precario alto el fuego mediado a finales del mes pasado por Estados Unidos y Arabia Saudí.

Residentes de la capital han confirmado a los medios panárabes Al Arabiya, Al Yazira y Al Hadath, así como a la corresponsalía de Sky News Arabia, el estallido de enfrentamientos en los alrededores de las zonas industriales de Hilla y Al Lamab, en el oeste de la capital, así como en el sur de Omdurmán.

La ciudad de Jartum Norte, también llamada Bahari, ha sido escenario de combates entre ambos bandos, según han explicado los residentes de la zona.

Este mismo sábado, el gobernador del estado de Jartum, Ahmed Othman Hamza, ha reconocido que la situación en todo el territorio es ahora mismo de "guerra total" y que su gobierno está trabajando con las Fuerzas Armadas para proteger la vida de los ciudadanos tanto de los combates como de las pandillas criminales que están saqueando la zona, según declaraciones a Sudan TV recogidas por el portal de noticias Sudan Ajbar.

Las hostilidades estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.

Sin embargo, la negativa del líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti', a las condiciones de esta reintegración derivaron en unas tensiones que provocaron aplazamientos en la formación del nuevo gobierno de transición y, finalmente, en unos combates que han dejado más de 700 muertos, según el balance oficial, si bien un sindicato de médicos sudanés ha elevado a más de 860 el número de fallecidos.