La destrucción de la presa de Nueva Kajovka, en el este de Ucrania, ha provocado ya el vertido al río Dniéper de unas 150 toneladas de aceite de motor, según las autoridades ucranianas, que temen un desastre ecológico.

El presidente de Ucrania, Volodir Zelenski, ha reunido este lunes de urgencia a su Consejo de Seguridad Nacional y Defensa para examinar las consecuencias de la destrucción de la infraestructura, situada en la región de Jersón.

En la reunión, se ha confirmado el vertido de al menos 150 toneladas de aceite. Además, según una nota de la Presidencia, "hay un riesgo de un nuevo vertido de más de 300 toneladas", si bien la oficina de Zelenski no ha especificado el origen.

Reunión del Consejo de la ONU tras el ataque

Las autoridades de Ucrania han solicitado además una reunión urgente del consejo de Seguridad de Naciones Unidas tras el ataque contra la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper.

El Ministerio de Exteriores del país ha indicado que tras una reunión del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, se ha procedido a pedir un encuentro urgente para abordar el ataque, que ha provocado la inundación de las zonas aledañas río abajo.

Así, ha instado a los países del G7 y de la Unión Europea a "considerar inmediatamente la imposición de nuevas sanciones contra Rusia, especialmente contra la industria militar y nuclear" del país, tal y como ha señalado el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, en un comunicado.

Kuleba ha calificado la explosión registrada en la presa de "terrorismo medioambiental" y ha alertado de que el territorio adyacente se encuentra inundado. "Consideramos el ataque por parte de Rusia un acto terrorista contra la infraestructura de Ucrania, que tiene como objetivo causar tantas víctimas y destrucción como sea posible", ha dicho.

Asimismo, ha aseverado que el ataque "había sido planeado con antelación" y supone el "mayor desastre provocado por el hombre en Europa en las últimas décadas". "Es otra manifestación del genocidio de Rusia contra los ucranianos. Esta es la respuesta del Kremlin a los países que piden conversaciones de paz con Rusia", ha insistido.

Además, ha puntualizado que "debido a una disminución en el nivel del agua en la presa, puede haber peligro de un incidente en la central nuclear de Zaporiyia".