Decenas de miles de israelíes salieron hoy a protestar en otro sábado de manifestaciones contra la reforma judicial del Gobierno, días antes de una votación en la que el Parlamento asignará dos puestos para diputados en el Comité de Selección de Jueces, mientras Ejecutivo y oposición negocian si se reparten o no estos cargos.

Esta cuestión es clave para la supervivencia de las negociaciones para llegar a un consenso en torno a la polémica reforma, ya que tradicionalmente las dos posiciones reservadas a parlamentarios de los 9 miembros del Comité de Selección de Jueces se repartían entre un miembro de la coalición gubernamental y uno de la oposición.

Sin embargo, se especuló con que el actual Ejecutivo de Benjamín Netanyahu intentaría hacerse con ambos puestos del Comité, un asunto que podría generar más malestar en el diálogo que se lleva a cabo desde hace meses con la mediación del presidente israelí, que por ahora no ha generado grandes avances ni acuerdos tangibles entre las fuerzas de Gobierno y oposición.

De hecho, una de las cuestiones clave del paquete de medidas de la polémica reforma judicial -que socavaría la separación de poderes y la independencia de la Justicia- sería un cambio en la composición del Comité de Selección de Jueces que daría más poder al Gobierno para elegir a los magistrados.

Este es uno de los elementos del que se quejan las personas que protestan contra la reforma, y hoy estuvo presente en las manifestaciones y concentraciones que se realizaron en distintos puntos del país por vigesimotercer sábado consecutivo.

Como cada semana, el centro de las movilizaciones fue la ciudad liberal de Tel Aviv, mientras que miles de manifestantes protestaron también en Haifa o ante la residencia presidencial en Jerusalén.

Tras un fuerte pico de violencia intracomunitaria en la comunidad árabe de Israel, que en lo que va de año se ha saldado ya con 101 miembros de este colectivo muerto, las manifestaciones empezaron con un minuto de silencio en homenaje a los muertos recientes.

Entre otros incidentes, cinco árabes -entre ellos un menor de 15 años- fueron asesinados el pasado jueves en un tiroteo asociado a una disputa del crimen organizado en un pueblo cercano a la ciudad norteña de Nazaret, siendo el peor crimen mortal de esta índole en años, lo que causó indignación, protestas y críticas al Gobierno por desatención a la seguridad de la minoría árabe-israelí.