Había ganas. Después de tres años sin reunirse, decenas de vecinos de Aezkoa volvieron a celebrar este domingo el día grande del valle, el Aezkoako Eguna, esta vez teniendo como anfitrión al pueblo de Garralda.

El ambiente festivo reinó en las calles de Garralda durante todo el día del domingo, si bien desde el viernes hubo actos culturales para conmemorar esta 43ª edición. Organizada desde 1978 por la Asociación Cultural Aezkoa Kultur Elkartea, esta fiesta tuvo un especial guiño al 40 aniversario de la recuperación del Monte Aezkoa, un comunal “hasta entonces en poder del Estado y conseguido de forma fraudulenta”. 

La mañana comenzó con una feria de artesanía, una demostración de fabricación de tablillas de madera, una exposición de fotografías y degustación de talos. Seguidamente, desde la escuela se inició una kalejira, donde una comitiva capitaneada por los alcaldes del valle ataviados con sus trajes tradiciones y mujeres vestidas con los trajes típicos, y sucedida por las comparsas de gigantes de Aurizberri-Espinal y de Agoitz/Aoiz, se abrían paso por todo el pueblo hasta llegar a una abarrotada plaza Arostegi.

LIBRO DE HONOR Al mediodía, el sonido de la txalaparta tocada por José Etxegoien y Pello Zabalza atrajo la atención del público hacia el acto central de la jornada, introducido por los bailes del recién creado grupo de dantzas infantil y de adultos Pipirripi Taldea y los txistularis de Atarrabia.

Seguidamente, las vecinas Ainhoa Bueno y Nere Ubau, en representación de la Asociación Aezkoa Kultur Elkartea, hicieron de maestras de ceremonia desde el escenario habilitado para ello. Tras agradecer a “todas las personas que con vuestro trabajo habéis hecho posible esta fiesta durante 43 años” y manifestar un recuerdo especial para Mikel Zabalza, Lázaro Galartza y Carlos Elizondo, estos dos últimos fallecidos este año, procedieron a la firma tradicional en el Libro de Honor. 

Allí, diferentes personas del valle vinculadas a los montes aezkoanos fueron llamadas al escenario para dejar constancia de su sello: la orbaizetarra Arantza Zabalza, “en representación de los ganaderos y el pastoreo de Aezkoa”; Roberto Antxo Remondegi, de Hiriberri/Villanueva, “quien calienta nuestros hogares con la leña de nuestros montes”; Ángel Mari Loperena Rota, “en representación del turismo y de la gente que enseña a querer y respetar el monte” y Jesús Mari Larrañeta Elizondo, “representando a los artesanos del valle”.

Asimismo, otros eventos convergieron en ese día, como la comida popular en la pista polideportiva que reunió a más de 500 comensales, un teatro infantil o bailables con la orquesta Biziraun Erromeria Taldea. “La comida fue un éxito. Ayudó que hiciera muy buen tiempo y que la gente lo cogiera con ganas. De cara al próximo año, animamos a que la gente del valle participe más, ya que este día sale gracias al trabajo voluntario de muchas personas”, manifiestan desde la Asociación, quienes no han querido desvelar dónde será la próxima edición.