Querían que volviesen a ser un referente y que aglutinasen a miles de personas y lo consiguieron. Y es que las centenarias ferias de ganado de Marcilla concluyeron ayer por todo lo alto, con el Día del Caballo, y con las calles hasta la bandera de gente. El buen tiempo, las novedades y la amplia y variada agenda para las que el Ayuntamiento destinó 40.000 euros fueron los principales atractivos que hicieron que se movilizaran tantos amantes de estos animales. De acuerdo con el concejal, José Miguel Goñi, “creo que la jornada ha superado las expectativas pero tendremos que valorarlo cuando pase todo. Sin embargo, el ambiente y el sentir de la gente es buenísimo y encima ha salido un gran día, así que estamos muy contentos y pensando ya en el año que viene”.

Carrusel de doma con el grupo de Amigos del Arte Ecuestre Adelae.

Esta cita, cabe recordar, tiene más de 700 años de historia y este año, tal y como explicaba Goñi, además de la presencia caballar quisieron ampliar el área de exposición de animales puesto que “no nos tenemos que olvidar de que esta era una feria de compra venta de ganado y es a lo que queremos volver un poco; que la gente que venga, vea, pregunte, los ganaderos se den a conocer y, si después alguien quieren comprar algo, pues ahí lo tienen”. De hecho, en una gran campa mostraron razas de vacas como la pirenaica, frisona, parda suiza, angus, novillas berrendas, asturiana, parda alpina, limusina, betizu, avileña o bruna de los Pirineos. Allí también hubo ganado equino como el caballo fiordo, jaca navarra, potoka, caballo español, mulas, caballo burguete o caballo portugués.

Demostración de herraje, junto al castillo marcillés.

Demostración de herraje, junto al castillo marcillés.

Desde ahí, y hasta llegar a la zona del castillo, un espacio en el que había más caballos y una exhibición de herraje, hubo una exposición de tractores y calesas y un gran mercado con múltiples productos gastronómicos y artesanos.

La exposición de ganado atrajo a multitud de personas.

200 caballistas

Pasadas las 12.30 horas, con los alrededores de la fortaleza abarrotados, llegaron los más de 200 jinetes y amazonas que con la trashumancia; como suele ser habitual, primero acompañaron al ganado avileño y después a los potros. Animados por todos los allí presentes y con la música del oeste de la serie ‘Bonanza’ sonando a los cuatro vientos, poco a poco se fueron ubicando en los fosos.

El ganado avileño llegando al foso del castillo.

Acto seguido hubo un carrusel de doma a cargo del grupo de Amigos del Arte Ecuestre Adelae así como Doma Vaquera con Mikel Cano, Doma Clásica con Yoel Calvillo, y una exhibición de volteo y doma de pony con Nacho Ortega.

DISPOSITIVO DE SEGURIDAD

Allí estuvieron velando por la seguridad de los ciudadanos Policía foral, Guardia Civil, Policía local y el voluntariado de Protección Civil de Milagro; su cometido fue controlar, sobre todo, el tráfico y las seis zonas de aparcamiento que habilitaron. Además, y en cuanto a la cobertura sanitaria, la jornada caballar de ayer contó con la presencia de DYA y se reforzó con un puesto de socorro de Protección civil ubicado en el Ayuntamiento viejo, y también hicieron lo propio en los encierros de vacas del fin de semana.