El XVII Encuentro del Mastín del Pirineo reunió este pasado sábado en Altsasu a 19 ejemplares de esta raza que durante siglos guardó los rebaños de la montaña navarra y aragonesa. Y es que son unos animales imponentes, entre 65-75 kilogramos de peso y 70-75 centímetros de alzada, algo menos en las hembras.

Procedentes de Navarra, la CAV, Aragón, La Rioja y Salamanca, se midieron en un concurso monográfico en el que se tuvo en cuenta principalmente su estructura, cabeza, mordida y estatura en base al estándar de la raza. “El movimiento es crítico. Hay que tener en cuenta que son perros de trabajo, guardianes de ganado, por lo que es imprescindible que sean ágiles a la par que fuertes”, explicó Amaia Beramendi, delegada de Navarra del Club Mastín del Pirineo de España, organizador de la cita.

Había siete categorías: muy cachorros hembras, de 4 a 6 meses; cachorros machos y hembras, de 6 a 9 meses; muy jóvenes machos y hembras, de 9 a 12 meses así como abierta de machos y hembras, a partir de 15 meses. El mejor perro fue Innuit Mamariga y en hembras Ingrid Mamariga. El juez que dilucidó el fallo fue Daniel Llorens