El pasado lunes 8 de noviembre empezó el plazo de presentación de ofertas para el proyecto Alloz Sostenible que pertenece a la convocatoria de REACT-EU y tiene como objetivo aplicar diferentes soluciones naturales a los problemas de degradación de riberas del embalse y que prevé la futura restauración hidrológica y forestal de este paraje de Yerri y Guesálaz.

Las obras abarcarán los cuatro lotes de repoblación forestal que tienen una extensión de 40,5 hectáreas. También la de dos lotes de senderos con una longitud total de 29,9 kilómetros en los que se prevén “diferentes grados de actuación y con las que se recuperarán antiguos caminos que unían los pueblos y que se encuentran alejadas del perímetro del embalse”, aseguró ayer el alcalde de Yerri, Edorta Lezaun. Unas obras que tienen un valor estimado que rondará el millón de euros antes de impuestos. Un proceso en el que las empresas interesadas tendrán que presentar sus propuestas antes del 23 de noviembre ya que los trabajos deberán estar finalizados para el 29 de septiembre del año que viene. “Andamos algo apurados de tiempo pero confiamos en contar con las empresas que nos ayuden a poner en marcha este proyecto”, aseguró Lezaun.

La redacción del proyecto y la dirección facultativa de las obras fue adjudicado el pasado mes de junio por un importe de 201.586 euros, al equipo técnico integrado entre otros por el ingeniero de caminos, canales y puertos Benito Sada, de CIMA Ingenieros SLU, y el arquitecto Aitor Silgado. Un proyecto que afectará a los ayuntamientos de Yerri y Guesálaz a través de las localidades de Esténoz, Irurre, Muez, Villanueva de Yerri, Úgar, Alloz y Riezu.

Las obras del anillo forestal acogen para su reforestación 40,5 hectáreas, en su mayoría terrenos de dominio público al borde del embalse así como otros espacios comunales que también padecen consecuencias ambiental y paisajísticas por su ubicación cercana al agua. Para ello, el proyecto recoge la replantación de 11 especies de árboles diferentes como Populus nigra, Fraxinus angustifolia, Quercus Ilex o Quercus Faginea; y cinco de diferentes arbustos que se integrarán en función de las necesidades específicas de cada terreno “cuya vegetación va cambiando cuando se alejan de la influencia del agua en los terrenos que hay que proteger”.

Rubén Goñi, director general de Proyectos Estratégicos, reafirmó la importancia de un proyecto de gestión sostenible que ha nacido “del propio territorio y en el que hemos colaborado en cogobernanza entre el Gobierno de Navarra y las propias localidades”.