Durante este mes de noviembre, los miembros del Club de Cazadores de Becada y anilladores que forman parte del proyecto Scolopax sin Fronteras, iniciativa de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, han equipado en la reserva llamada Casa de la Becada del pueblo de Garralda cinco nuevas becadas con dispositivos de seguimiento por satélite.

Una de las cinco becadas a las que han colocado el dispositivo de seguimiento.

Estos aparatos, los cuales cuentan con una ayuda de la Sección de Caza del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, suponen un potente método de monitorización de estas especies, que complementa al anillamiento científico tradicional y con el que se puede obtener información en tiempo real sobre la trayectoria migratoria, las fechas de la contrapasa o el comportamiento de cada especie.

Se trata de un proyecto de investigación iniciado en 2006, a través del cual han logrado anillar más de 40 becadas, lo que favorece el estudio de la conducta de estas aves.

La llegada del frío

A pesar de haber sido un año muy seco y caluroso, que algunos cazadores aficionados del entorno califican como “la peor temporada” y que ha traído una “densidad de aves por debajo de las expectativas”, lo cierto es que la llegada del frío ha propiciado que algunas especies de becadas se acerquen a las praderas del pueblo de Garralda. De momento, en plena temporada de migración de aves, han incorporado estos dispositivos a cinco becadas y, con el paso de los días, han comprobado que, a nivel general, estas aves apenas se han desplazado de la zona. “No deja de ser una sorpresa. Veremos si se trata de un stop over para recuperar fuerzas o si terminan asentándose más semanas”, explica Miguel Minondo, uno de los impulsores del proyecto La Casa de la Becada de Garralda.

Asimismo, los cazadores también han logrado recapturar tres ejemplares de becadas que han sido anilladas a lo largo de los últimos tres años. “Esto da idea de la gran fidelidad de estas aves a los mismos lugares y el papel beneficioso que juegan reservas como La Casa de la Becada para la supervivencia y conservación de esta especie”, finaliza Miguel Minondo.