Los trabajos para terminar el edificio que Nasuvinsa está construyendo en el Barrio de la Azucarera en Tudela volvieron a retomarse ayer lunes, después de más de 6 meses de estar parados. La empresa pública adjudicó el último día de enero a la empresa Construcciones José Miguel Ibáñez la conclusión de estos trabajos en los que se van a levantar 27 viviendas de protección oficial (de alquiler) por 2,760 millones de euros, después de que la anterior empresa adjudicataria, Murias-Ibáñez las dejara paralizadas por un incumplimiento contractual.

De momento se están instalando los contenedores que servirán de caseta de obra a los trabajadores de esta empresa adjudicataria, que tiene un plazo de 243 días (8 meses) para terminar los trabajos por lo que no será antes del próximo mes de octubre, cuando las previsiones iniciales era que concluyeran alrededor de este mes de enero de 2023.

La construcción de este edificio (uno de los proyectos que se anunciaron al mismo tiempo que Coscolín), se vieron detenidas tras la reciente resolución del contrato con la UTE Murias-Ibáñez, adjudicataria de los trabajos de construcción en 2021. El problema era un caso puntual con esta UTE y que había afectado a las tres construcciones que acometían estas empresas en Tudela (27 VPO), Mutilva (39 VPO) y Barañáin (58 VPO).

La resolución entre ambas partes (Nasuvinsa y UTE) se produjo por un incumplimiento contractual de Murias Ibáñez. Las 27 VPO tenían un coste inicial de 4,3 millones de euros y un plazo de 600 días (21 meses) cuando se comenzaron los trabajos en abril de 2021. La semana pasada salió a licitación la urbanización del entorno, donde se hará un aparcamiento en superficie y un pequeño bosque de tilos.