Un hotel de cuatro estrellas pagó en 2022 un total de 12.276 € por un solar de 3.438 m2 de propiedad municipal en pleno centro de Tudela, un contrato que le une al Ayuntamiento durante 75 años, de los que quedan aún 50. Se cumplen este año 25 años de la adjudicación al hotelero Antonio Catalán de la explotación del solar de la antigua Casa de Misericordia (edifico del siglo XVIII) que se realizó con muchas quejas de la oposición y de los hosteleros de la ciudad. En 2022 la empresa propietaria del hotel ha pagado la cantidad más alta, 12.276 €, una cifra que se ha incrementado mucho debido al IPC y que en 2020 fue de 10.740 euros.

Basta con mirar cualquier agencia inmobiliaria para observar que el alquiler de un local de 46 m2 en la plaza Nueva (a 200 metros del hotel) ronda los 15.000 €/año (1.250 €/mes) y la cifra puede aumentar hasta los 19.200 € por uno de 160 m2 en la avenida de Zaragoza (1.600 €/mes), un 57% más de lo que están recibiendo las arcas municipales por uno de los mejores emplazamientos de la ciudad. Como última comparativa el alquiler del teatro Gaztambide para su uso durante un día supone para un colectivo más de 3.200 euros.

La historia

La adjudicación se realizó en 1998, recién llegado a la alcaldía UPN con Luis Campoy, y siendo concejal de Urbanismo Luis Casado, después de que el Consistorio comprara el solar por 135 millones de pesetas. El primer alquiler que se pagó fue de un millón de pesetas (6.000 €), pero dado que en 2003 aumentó en 24 habitaciones se incrementó el canon en 1.200 euros más.

Con los votos favorables de UPN y Unión Tudelana y la oposición frontal del resto de grupos, el pleno del Ayuntamiento aprobó la adjudicación a la empresa AC Dos Gestión de Activos del derecho de superficie para la construcción de un hotel de cuatro estrellas en el solar que ocupaba la Antigua Misericordia en un concurso en el que las empresas que querían presentar un proyecto tenían 20 días para hacerlo. El concurso se inclinaba por la fórmula de cesión, no de venta, “para que en el futuro revierta al Ayuntamiento un edificio totalmente restaurado”.

Antes de que saliera la concesión a concurso el Ayuntamiento ya había hablado con el empresario Catalán. El propio Casado comentó en 1998 “respecto a las posibles es ofertas recibidas en el Ayuntamiento por el momento no tenemos ninguna, aunque el alcalde, cuando se planteó esta idea, habló con un importante empresario hostelero que le confirmó su intención de concursar por lo que es previsible que al menos se presente una oferta”. La propuesta de esta empresa, propiedad del hotelero corellano Antonio Catalán, fue la única que se presentó ante el Ayuntamiento en el plazo de tiempo especificado en el pliego (veinte días).

Desde la oposición hubo insinuaciones sobre posibles irregularidades en torno a esta concesión y la duda sobre el interés social que para Tudela pudiera tener una obra de estas características. Lo exiguo de la cantidad que se debía abonar junto a la brevedad del plazo concedido a los interesados para presentar sus propuestas, fueron los argumentos esgrimidos por la oposición para solicitar la retirada de la propuesta en aquel septiembre de 1998. Según expuso IU, “esta decisión significa enajenar una parte importante del Patrimonio público a cambio de nada”. El hecho de que “el canon establecido no sirviera ni siquiera para compensar los 135 millones de pesetas que el Ayuntamiento invirtió en la compra del edificio”, centró también buena parte de las críticas.

Desde UPN esta afirmación fue rebatida en base a dos argumentos: la compra del edificio para sanear la economía de la Misericordia, y el hecho de que la construcción de un hotel, “no sólo supone el cobro del canon sino que se van a invertir 500 millones en remodelar un edificio que revertirá de nuevo al Ayuntamiento” dijo Casado.

LA CLAVE

Los últimos años

2022 12.276 ,50 euros

2021 11.180,79 euros

2020 10.740,43 euros

2019 10.816 euros

2018 10.740,95 euros

15.000

euros/año. Se paga por un local de 46 m2 a 100 metros del Hotel AC.

Los grupos de la oposición coincidieron al señalar la posibilidad de que esta convocatoria estuviera diseñada especialmente para una oferta “excesivamente ligada a los intereses de un empresario que además esta vinculado al grupo gobernante” indicó Milagros Rubio (Batzarre). El propio alcalde, Luis Campoy, salió al paso de esta insinuación diciendo que “en ningún momento hemos querido ocultar el interés de este empresario y así se ha reflejado en todos los medios de comunicación”, añadiendo, en referencia a la supuesta brevedad del plazo, que “en todo caso es totalmente legal”.

La Asociación de Empresarios de Hostelería de Navarra mostró su malestar por el proceso si bien no recurrió la decisión del pleno que otorgó a la empresa AC Dos Gestión de Activos la adjudicación de los terrenos para construir en ellos un hotel de 4 estrellas. Esta asociación presentó una carta en la que denunciaba que el pliego regulador del concurso de adjudicación contenía graves irregularidades. En concreto, AEHN decía que “se exige que en el plazo de 20 días se presente un anteproyecto con memoria, planos, plan de obras y presupuesto, lo cual resulta de imposible realización en tan corto periodo de tiempo”. La argumentación añadía que, teniendo en cuenta lo anterior, “previsiblemente solo se presentarán a concurso empresas que cuentan con acuerdos previos con el Ayuntamiento y que consiguientemente han dispuesto de un mayor plazo para el estudio y confección de la documentación exigida”. En esta carta, AEHN llegaba a calificar como “adjudicación directa” e incluso como una “donación encubierta” la operación ya que, según se argumentaba, “el plazo de adjudicación es de 75 años y no existe mínimo obligatorio para la oferta económica”. Por todo esto, la asociación de hosteleros solicitaba la anulación del proceso y la aprobación de un nuevo pliego de condiciones. Pese a todo se negaron a recurrir la adjudicación.

En estos 25 años solo el concejal de PSN, Manuel Campillo, propuso en 2014 elevar el canon hasta los 35.000 € ante la “ridícula cifra” que se pagaba, algo que no respaldó UPN ni PP. Según le contestaron “si renunciáramos a ese convenio, tendríamos que hacernos cargo del lucro cesante de los años que quedan de convenio y no podemos hacernos cargo”.