Las obras de recuperación del Humilladero están ejecutadas en torno a un 50% y finalizarán el 31 de mayo de este año, según ha informado el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, en la visita al desarrollo de las mismas realizada esta mañana. En esta visita ha estado acompañado de la concejala de Cultura, Merche Añón; de la concejala de Turismo, Irune García, así como de técnicos municipales y de la empresa adjudicataria, Valuarte Conservación de Patrimonio. Toquero ha asegurado que no va a haber problemas con el plazo inicial fijado en el 31 de marzo para recibir las subvenciones, ya que se ha justificado el retraso debidamente y se ha ampliado el palazo al Consistorio para terminar los trabajos hasta el mes de julio.

Según la arquitecta Verónica Quintanilla, la obra pretende consolidar los restos encontrados para recuperar la imagen del Humilladero Histórico de Tudela. “Hemos quitado los añadidos para sacar los arcos a la luz, pues había sufrido muchos avatares”, ha explicado Quintanilla. “Hemos rematado los muros con ladrillo viejo –ha añadido la arquitecta- y en breve colocaremos el cuarto arco, así como la estructura de madera y la cubierta a cuatro aguas” . Igualmente ha señalado que no se acometerá la boveda sobre la madera pero se dejará todo preparado por si el Consistorio quisiera acometerlo en un futuro. Además, ante la ausencia de ladrillo antiguo similar en provededores para la obra, han acudido a comercios de la zona para, recortándolos, usarlos en la obra en un número superior a 6.000, que van recortando al tamaño exacto, uno a uno. También muchos elementos antiguos encontrados en el derribo manual se ha empleado en la restauración.

Estas obras, adjudicadas a la empresa Valuarte Conservación de Patrimonio SLU, por un importe de euros 309.289 euros (IVA incluido), cuentan con una subvención de 75.000 euros de las ayudas europeas Leader.

El alcalde abogó por adecentar también el entorno del Humilladero en futuras actuaciones una vez que se acabe esta obra.

El proyecto y dirección de obras ha sido acometido por la empresa de Joaquín Torres y Verónica Quintanilla, arquitectos especialistas en restauración de patrimonio. Concretamente se está interviniendo en la recuperación integral del inmueble, ubicado en la entrada a la ciudad por el puente del Ebro y que, pese a su valor patrimonial e histórico, se encontraba en estado ruinoso. Este edificio será el punto de partida de las visitas guiadas, ampliando la zona histórica visitable y creando un punto inicial muy importante que vendría a completar la recuperación de la zona con el corredor verde del otro lado del puente.

La ayuda obtenida se enmarca en la quinta y última convocatoria de la Estrategia de Desarrollo Local participativo-LEADER, periodo 2014-2022, que gestiona Consorcio EDER y que financian el Fondo Europeo de Desarrollo Rural Feader en un 65% y el Gobierno de Navarra en un 35%.

Aspecto del Humilladero desde el exterior Fermín Pérez-Nievas

El Humilladero de Tudela es especialmente significativo porque su construcción va más allá de la simple ubicación de una cruz para señalar un cruce de caminos y la entrada o salida de un pueblo. En la margen derecha de la entrada a la ciudad por el puente del Ebro, el Humilladero tudelano aparece ya en 1630 en documentos que describen la cruz adornada por una gran cantidad de tallas religiosas, erigida sobre varios escalones y un pedestal, todo ello cubierto por un templete de cuatro arcadas que se erigía también sobre escalinatas.

Además de su originaria función religiosa, sirvió también como fortín tras la Desamortización de Mendizábal en 1834, como defensa del puente por parte del ejército Liberal en la Primera Guerra Carlista, lugar de cobro de impuestos (arbitrios) y vaquería.