El Grupo Aldakin ha trabajado en el diseño y realización de una cédula robótica para la realización de operaciones de mecanizado de piezas de composite que logra aspirar al menos un 98% de la viruta y el polvo producidos durante el proceso, uno de los problemas a los que se enfrenta la industria aeronáutica. “En 2017 realizamos un cambio de paradigma y pasamos a trabajar de forma colaborativa para compartir desarrollos estratégicos. Así dimos el salto a Europa, generando redes de colaboración”, explicó Ibai Inziarte, director de I+D de esta empresa, que comenzó su andadura en Altsasu en 1987, focalizada en servicios eléctricos.
En un entorno industrial cambiante, en los últimos años se ha especializado en el desarrollo de soluciones propias e innovadoras para la automatización y robotización de procesos productivos, con su propio departamento de I+D que colabora con las principales universidades y centros tecnológicos para dar soluciones a las empresas en integraciones de robótica avanzada. En la actualidad cuenta con más de 200 trabajadores y trabajadores, con delegaciones en Pamplona, Vitoria y Andoain. “La incursión en proyectos de I+D de vanguardia y en la implementación de sistemas de automatización nos ha hecho crecer hasta alcanzar una factuación de 15,7 millones de euros. La perspectiva para los próximos años es llegar a 300 trabajadores“ apuntó Francisco López de Alda Arrese, gerente del grupo.
Lo cierto es que ha conseguido situarse a la cabeza de las empresas de referencia en el sector en Navarra y Euskadi. Prueba de ello es el premio Science Ekaitza 2023 por el proyecto Reinforce, que pretende crear una plataforma de inteligencia artifical para la predicción de toxicidad y recurrencia del cáncer. Aldakin, líder del grupo, participa con Cistec Technology, NNBi, Eversens y Movalsys, y los agentes del SINAI NAITEC y la Universidad de Navarra (CUN).
Cooperación transfronteriza
“Aldakin es un claro ejemplo de buenas prácticas de cooperación transfronteriza, un espacio de oportunidades”, señaló Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas, que visitó el jueves las instalaciones de Altsasu para conocer de primera mano los proyectos de fabricación avanzada financiados por la Eurorregión Nueva Aquitania, Euskadi y Navarra que están desarrollando. Le acompañaron Sergio Pérez, director general de Acción Exterior, y Pello Pellejero, director del Servicio de Cooperación Interregional.
Este proyecto se enmarca en COGNIROB, que cuenta con una subvención de 74.250 euros de la convocatoria de ayudas eurorregionales dirigidas a la economía del conocimiento. Continúa los proyectos Txipirensi 1 y 2, que también recibieron ayudas, 51.150 y 64.950 euros respectivamente. Junto con Aldakin participan la École supérieure des technologies industrielles avancées – ESTIA (Nueva Aquitania), el fabricante francés de aviones Dassault Aviation , partner de Airbus, y el centro tecnológico vasco Ideko.
“Las alas de los aviones deben ser de materiales muy resistentes y a la vez ligeros. Por ello se trabajan con composites, materiales nuevos que algunas voces advierten de que pueden ser más perjudiciales para la salud que el amianto. Con nuestro cabezal se evita respirar este material a la vez que se suprime una actividad penosa y se reducen los costes”, incidió Santi González de la Torre, físico de Aldakin.
Aldakin es una de las empresas que participará a finales de este mes en la misión a Bruselas Europa + Cerca, organizada por la Enterprise Europe Network en colaboración con la Dirección General de Acción Exterior. Se trata de una misión conjunta de empresas navarras, aragonesas, extremeñas y riojanas para conocer las claves del éxito en las propuestas del programa europeo I+D+i Horizonte Europa, de mano de la Comisión Europea. Participarán en encuentros B2B con entidades belgas y conocerán mejor el funcionamiento de las instituciones europeas . La Dirección General de Acción Exterior dispone de una línea de ayudas para participar en el programa.
