Ayer por la tarde, en la Sociedad Valdorba de Barasoain, tuvo lugar la presentación de la exposición Simplemente Kurt, una muestra “difícil de explicar con palabras” y creada por el artista multidisciplinar alemán Kurt Rahier. “El trabajo que aquí expongo refleja la locura que ha recorrido mi vida. Son cientos de pequeñas piezas, de diversos materiales, colores y texturas que con paciencia, arte, disciplina y muchas horas de trabajo, he conseguido aunar para crear unos objetos vistosos”, explicaba Kurt durante la inauguración de su obra.

Vista general de la exposición en Barasoain.

“Soy una persona muy activa, y como mis amistades saben que no puedo parar quieto, me fueron regalando pequeños objetos para que estuviera entretenido. Así es como he conseguido recolectar más de 500 cacharros. Cada uno diferente, no hay nada repetido”, expresaba el artista, mientras añadía que “esta exposición es una explosión de colores, texturas, materiales y sentidos difícil de explicar, por eso es mejor verlo con tus propios ojos”. La exposición, según sostenía Kurt, está pensada para que la disfruten todas generaciones, incluso los más pequeños. “Hay una serie pensada solo para niños y niñas, elaborada con colgantes de Mickey Mouse y Walt Disney. Asimismo, animo a todo el mundo que pase por Barasoain a hacer una parada en la Sociedad Valdorba”. La muestra estará abierta al público hasta el próximo domingo 25 de junio, en horario de viernes de 19.00 a 21.00 y sábados y domingos de 13.00 a 15.00 y de 19.00 a 21.00.

Kurt Rahier, artista multidisciplinar.

¿Quién es kurt?

Kurt nació en Dusseldorf, Alemania en 1950. En su juventud fue bailarín de ballet clásico y danza contemporánea. Posteriormente se dedicó, con su fina sensibilidad, bun gusto, sentido estético y del espacio, al escaparatismo y la decoración de interiores, tanto en viviendas particulares como en espacios públicos.

Con 28 años, estando de vacaciones en Ibiza, conoció y se enamoró de la persona que ha sido más importante en su vida, un tafallés afincado en la isla balear. Y cambió el destino y rumbo de su vida. Abandonó su Düsseldorf natal, dejó su puesto de trabajo y regresó a Ibiza para iniciar su nueva vida.

Tras un tiempo en la isla Pitiusa, y por circunstancias del trabajo, Kurt se trasladó, junto a su pareja, a Pamplona, donde residieron durante diez años. Hasta que hace 35 años decidieron echar raíces en Tafalla. Desde entonces, este artista alemán no ha cesado en su actividad artística. En 2013, por ejemplo, expuso en la Casa de Cultura de Tafalla una muestra artesanal de 60 marionetas de hilo, cada una compuesta de 120 piezas de material reciclado.

Su siguiente paso lo tiene claro: “Me aburre descansar, así que ya estoy pensando nuevas ideas para sacar adelante; alguna ya me ronda la cabeza: quiero dibujar con grapas. Creo que es algo poco visto y puede quedar bien”, finaliza.