Que los más pequeños bailen un gigante con memoria. Esa es la intención de la comparsa Tartalo de la Cendea de Cizur, que ha estrenado a Ferroviario, un gigante que sirve como homenaje a las ocho personas asesinadas en 1936 en Paternáin. Manu Ibero Albo, nieto de una de ellas, entregó la figura a la comparsa durante las fiestas de Paternáin este domingo. A cambio, la comparsa le regaló un ramo de flores en un bonito acto. 

“La idea era que los y las txikis de la Cendea tuvieran presente lo que ocurrió y sepan quiénes fueron estos ferroviarios. Los chavales están encantados y los familiares también están muy agradecidos. El domingo fue un día muy bonito”, explica Iñigo Leyún, miembro del Concejo de Paternáin y de la comparsa de gigantes, que se ha creado este año.

Ferroviario es nuestro primer gigante. De momento, la comparsa la formamos unas 15 personas y esto es un impulso muy importante para nosotros. También tenemos una hormiga a la que llamamos Txinurri. Durante el verano, actuaremos en todos los pueblos de la Cendea”, explica Leyún. 

Imagen de la comparsa de gigantes de la Cendea de Cizur. CEDIDA

El nuevo gigante se ha creado entre el Concejo de Paternáin y la Asociación Fosas del Perdón y ha sido fabricado con todo tipo de detalle en Eltxoko, un taller de artesanía de Olite. 

La clave, los botones

“Ferroviario lleva el banderín propio de los factores, que eran los encargados de dar la salida a los trenes y de dirigir el tráfico. Otro elemento fundamental es la réplica de los botones que se encontraron en la fosa y que indicaban que las personas fusiladas eran factores, el puesto inferior al de jefe de la estación. El jefe llevaba los botones dorados y el factor, plateados. Gracias a esos botones supimos que las personas de la fosa eran ferroviarios”, remarca.

No se conocen apenas detalles de su detención y asesinato. Entre los días 26 y 29 de agosto de 1936 –fechas que varían según los testimonios–, varios ferroviarios de la estación de Pamplona fueron detenidos, pero no ingresaron en la prisión provincial. De hecho, estas detenciones no fueron registradas, en una práctica que facilitaba el posterior crimen y que fue frecuente en la limpieza política que siguió al triunfo de los sublevados en julio de 1936. 

Varios familiares tenían referencias testimoniales de que podrían haber sido trasladados a Paternáin, donde habrían acabado con su vida. Como la práctica totalidad de las víctimas de la represión en Navarra, estos ferroviarios fueron detenidos y asesinados por su militancia política y sindical.

Los restos, entregados a las familias

En 2017 hubo varios intentos fallidos de localizar los cuerpos de estas personas. Después, gracias a un mapa de 1940, se pudo ver que el camino de Ibero bajaba en aquella época 20 metros más abajo. Ahí se encontró la fosa en 2022 y se identificaron los restos de siete personas: Julio Peña Díez, Francisco Velaza Fernández, Gregorio Albo, Antolín Eguiluz Moraza, Juan Bautista Sansano Labernia, Julio Butrón y Manuel Serón. Hay una octava persona de la que solo se sabe que era mozo de estación y quedan otros dos cuerpos sin identificar.

“Ya se han podido entregar los restos a las familias de estas siete personas y seguimos trabajando para que no se olvide lo que ocurrió. Ahora, nuestra intención es realizar un Parque de la Memoria”, concluye.