- Después de haber anunciado el 2 de junio que la calle Amaya perdía uno de sus dos carriles, por donde sólo podían circular villavesas y taxis; y que diez días después decidiera un nuevo cambio al autorizar el tránsito de todos los vehículos por ahí, el Ayuntamiento planteó ayer modificar por tercera vez el tráfico por la citada vía ante la entidad de los problemas circulatorios y los retrasos en el transporte público que se estaban generando.

La nueva solución propuesta por Navarra Suma pasaría por volver a la situación inicial previa a la semipeatonalización de la calle Amaya. Se recuperarían los dos carriles para el tráfico rodado, pero sin habilitar un carril específico para los autobuses urbanos, pese a la recomendación expresa que hizo en este sentido la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) para evitar la congestión de las cinco líneas que atraviesan la vía.

El nuevo carril para vehículos discurrirá por el lado derecho de la calzada, lo que obligará a eliminar la zona peatonal que se habilitó con bancos y macetas, que sí se mantendrá en el lado izquierdo ya que no se van a recuperar las plazas de aparcamiento que había antes ahí.

El anuncio se produjo ayer en el transcurso de la Junta de Movilidad -donde están representados los 4 grupos políticos y los técnicos municipales de las áreas afectadas- y obtuvo el rechazo unánime de EH Bildu, PSN y Geroa Bai. Fueron de tal envergadura las críticas que el concejal delegado de Movilidad Fermín Alonso se comprometió a elaborar una nueva alternativa para la próxima reunión y presentarla previamente a la MCP, que desconocía los términos de la modificación planteada ayer en la Junta de Movilidad.

La tercera rectificación pone de manifiesto las dificultades que Navarra Suma está teniendo para encontrar una solución ante la densidad del tráfico en la calle Amaya y puede suponer el final del proyecto del carril bici en la zona, ya que Alonso confirmó la paralización sine die del corredor sostenible del Labrit, del que formaba parte la calle Amaya como eje de unión desde los barrios de Txantrea y Rochapea con el centro la ciudad.

Que Navarra Suma decidiera comenzar por peatonalizar la calle Amaya sin haber construido el corredor sostenible del Labrit y que no informara previamente a la MCP de su última propuesta -pese a tener un informe en el que se solicitaba expresamente un carril bus- cuestionan el acierto de las medidas adoptadas en esta calle.

De hecho, el informe elaborado por la Mancomunidad por encargo del propio Ayuntamiento indicaba que sería necesario adquirir 5 nuevos vehículos (con un coste de 702.000) si no se habilitaba un carril exclusivo para el transporte público. El argumento fue el incremento medio de los tiempos de circulación de las villavesas desde que compartían el único carril de la calle Amaya con el resto de vehículos, con retrasos que en determinadas franjas horarias llegan a los 5,18 minutos. El peor momento es el tramo entre las 14 y las 15 horas (aunque dentro de una hora punta que va desde las 13 y hasta las 16 horas), donde se producen continuos atascos y embotellamientos en la zona.

Con la comparación de los registros obtenidos antes y después de los cambios en la calle Amaya, la Mancomunidad ha podido determinar que el impacto de un solo carril en la circulación de las villavesas implica un tiempo de viaje de al menos 4 minutos y que con la incorporación de un carril bus se podrían ganar 3 minutos de media y reducir los costes que generaría la incorporación de otros 5 vehículos.

En la actualidad, el tiempo de circulación de las villavesas de la Línea 2 por la calle Amaya ha sufrido un incremento de 2,12 minutos, al pasar de 2,27 a 4,39 minutos (90%). En la Línea 3, el incremento ha sido del 132%, al pasarse de 1,29 a 3,27 minutos (aumento de 1,58 minutos). En el caso de la Línea 5, se ha pasado de cubrir el tramo de la calle en 1,19 a 3,17, lo que supone un aumento de 1,58 minutos (148%), mientras que la Línea 6 es la que ha tenido un incremento porcentual mayor, ya que el tiempo de circulación se ha incrementado en 3,17 minutos al pasar de 1,57 a 5,14 (169%). El pico se produce a las 14 horas, cuando se ha detectado un incremento del retraso del 507%.

Con la propuesta de Navarra Suma, la calle Amaya volverá a recuperar la densidad del tráfico rodado y no está claro el impacto que tendrá en el transporte urbano. El concejal Alonso recordó que la vía soportaba una circulación de más de 20.000 vehículos al día y que la cifra se ha reducido hasta 8.000.

También comentó que la mayoría del tráfico de la calle Amaya coge el giro hacia la plaza Merindades, después son los conductores que continúan hacia el II Ensanche y en tercer lugar, los que van hacia el Seminario.

3 de junio. Entran en funcionamiento los cambios en la calle Amaya. Entre los cruces con Cortes de Navarra y Arrieta, se establecieron dos carriles: un carril-bus y otro carril de circulación. Desde la intersección de la calle Arrieta, el acceso de vehículos quedaba limitado al transporte público, residentes y usuarios de los aparcamientos. Al mismo tiempo se habilitaron dos zonas peatonales a ambos lados del único carril, pegadas a las aceras.

12 de junio. El Ayuntamiento autorizó al tráfico general de todos los vehículos la calle Amaya, que en su primer tramo se había reservado únicamente para transporte público. La vía, no obstante, mantuvo su nueva configuración con un solo carril de circulación y con los espacios peatonales ambos lados.

22 de octubre. El concejal de Movilidad plantea recuperar los dos carriles, pero sin dejar uno de ellos para los autobuses. Se mantiene la zona peatonal de la izquierda, pero desaparece en la parte derecha.