En una situación voluble como la actual, en la que los patrones habituales han pasado a un segundo plano, las ciudades han tomado un papel protagonista, dejando clara la necesidad de adaptar los espacios y entornos urbanos a las necesidades de toda la población, y no solo al de la mayoría. Tafalla afronta de frente esta problemática y dibuja su futuro con una “mirada activa y crítica respecto al modelo de ciudad en la que desea vivir”. Jesús Arrizubieta (EH Bildu), alcalde de Tafalla, describe que la apuesta del actual equipo de gobierno es avanzar hacia una ciudad sostenible, en la que se haga frente al cambio climático y se proteja el medio ambiente, y donde la planificación urbana refleje la realidad de todos los vecinos, “sin exclusiones por género, edad o diversidad funcional”.

Según los últimos datos, actualizados en 2020, en Tafalla hay 2.400 personas mayores de 65 años, en una ciudad con una población total de 10.621 habitantes, y una sociedad que envejece al tiempo que la esperanza de vida aumenta. “Frente a este reto desde la municipalidad debemos promover un envejecimiento en el que las personas no encuentren peligros, barreras o dificultades para vivir su día a día”, dilucida Arrizubieta. Concreta que Tafalla se encamina a crear espacios que reflexionen siempre sobre la diversidad, considerando siempre los edificios y los espacio públicos “como lugares accesibles para el uso y disfrute de todos”. En este sentido, la visión de género se incorpora también al nuevo patrón a seguir, pues, considera, “también es fundamental”. “Por ejemplo existe la necesidad de iluminar lugares y calles que suponen un hándicap para ser utilizados por las mujeres”, concreta. Además, Arrizubieta confirma que Tafalla se encamina hacia una ciudad “más peatonal”, con una línea de trabajo a nivel municipal que facilite esta aspiración.

El primer problema destacable de la ciudad es el adoquinado de muchas de sus calles, un diseño que caracteriza la estética del centro de Tafalla pero que, aunque de manera ornamental resalte más que otras calles, “para las personas con movilidad reducida es horrible”. “Al problema del propio adoquinado hay que sumarle que es un suelo que no se ha cuidado bien, lo que ha ocasionado tremendas grietas entre adoquín y adoquín”, menciona Arrizubieta.

Además de esto, el primer edil destaca la sola existencia de un aseo público adaptado a personas con movilidad reducida en toda la ciudad, que se instaló hace pocos meses junto al intercambiador de autobuses.

El año pasado se puso remedio a una de las grandes demandas vecinales con la inauguración de la nueva variante, que ha reducido el paso de vehículos pesados por el centro, aunque todavía no se ha alcanzado el tráfico mínimo que se esperaba en su momento. Y es que Tafalla está atravesada de norte a sur por la carretera N-121, con mucho tráfico diario, y cruzar esta carretera por un paso de cebra puede poner en peligro a sus vecinos. Para buscar un remedio, la corporación municipal tiene previsto mejorar los pasos de cebra, trabajo que ya ha comenzado a elaborarse junto a Policía Municipal.

Alfredo Ondarra, jefe de policía municipal, confirma que se van a suprimir los dos pasos de peatones de la avenida Severino Fernández, a la altura del juzgado, para crear uno solo más ancho, y que tenga una plataforma hacia los pasos en lugar de las actuales escaleras que dan directas con la carretera.

El proyecto de accesibilidad que se prepara para Tafalla, y que ya está sobre la mesa, plantea la necesidad de estructurar la movilidad urbana sostenible como un concepto de movilidad integral. Por ahora, Arrizubieta confirma que se va a encargar la redacción de este plan, para lo que se ha reservado una partida de 18.200 euros y donde, además, se abrirá un proceso participativo para que los vecinos aporten su visión sobre las necesidades reales de Tafalla.

Prohibida la circulación en el centro. En los últimos meses el Ayuntamiento ha prohibido la circulación por el casco antiguo a quienes no sean vecinos o presenten una causa justificada.

Autobús urbano. El alcalde confirma que otra de las medidas que se van a ejecutar en lo que él espera, sea una realidad “no muy lejana”, es la puesta en marcha de un autobús urbano que conecte la parte sur de la ciudad, donde el intercambiador, con el norte.

El alcalde espera que se priorice la circulación limpia.