Uno de nuestros amigos, Martin Sundberg ( 5 de noviembre 1968- 26 de mayo 2023) ha muerto y sin él el mundo va a ser seguro un sitio peor y también los Sanfermines serán diferentes sin su presencia, aunque su alma llenará seguro las calles como siempre.

Nacido en Suecia, fue un hombre de mundo y una gran parte de su mundo fue Pamplona. ¡La fiesta, el santo, la gente... y la juerga! Aficionado de la vela, al rugby, a la fiesta y más... un aficionado de la vida. Nunca he leído tantos comentarios de amor, tristeza y pérdida después la muerte de alguien. Tampoco tantos comentarios de alegría, pasión y buena suerte por haber tenido la suerte de conocer a alguien.

El cartel de los Sanfermines de 2011, realizado por Kike Balenzategui y Javier Ayerra, representaba a San Fermín en un vaso con el título Sumérgete en la fiesta. Creo que realmente así fue Martin en fiestas... sumergido totalmente en los Sanfermines. Algunas veces incluso demasiado, pero siempre se comportaba bien.

¿Sumergido? Ya lo creo que sí... ninguno de nosotros podemos olvidar ese año en los momentos antes el Chupinazo, andando en la tranquilidad de la mañana cerca del Bar Txoko, cuando, de repente, él fue físicamente sumergido en la ciudad. La trampa del sótano del bar estaba abierta pero Martin no lo vio... Ahora se le ve, ahora no...

Él aprendió la lengua como muchos de nosotros guiris, para integrarse, porque pasar aquí los Sanfermines sin poder hablar con la gente del lugar es impensable. No puedes entrar de lleno en el ambiente si no puedes hablar con la gente, sonreír y más.

Y Martin fue un hombre de sonrisas. También fue un hombre sin ego pero lleno de amor. Nunca quería hacerse el conocido y nunca, nunca, quería ser famoso por algo... Para Martin estar en Pamplona por los Sanfermines o cualquier otra excusa era suficiente. Un privilegio.

Un hombre de amor. Un verdadero sanferminero y aunque no estará en Pamplona este año, su espíritu, como nuestro querido Santo, estará en las calles.

Todas las cosas de San Fermín fueron importantes para Martin desde su primer año en Pamplona en 1989. Ahora será un sanferminero para siempre.

Agur, Martin, que descanses bien y viajes siempre con tu sonrisa.