Santiago Segura nunca pensó que un rodaje se podía llegar a complicar tanto. Durante semanas se encontró con un goteo de contagios por covid, incluido él mismo. La gota que colmó el vaso fue la forma en la que esta enfermedad afectó a Antonio Resines, quien acabó en la UCI. Fue sustituido por Carlos Iglesias. Ahora, después de nueve planes distintos de rodaje, la comedia familiar está ya en los cines. Es la tercera de la trilogía y Segura no dice ni sí ni no a una cuarta película.

PERSONAL

Edad: 56 años (17 de julio de 1965).

Lugar de nacimiento: Carabanchel (Madrid).

Familia: Tiene pareja, María Amaro, y es padre de dos niñas: Calma y Sirena.

Trayectoria: A los doce años hacía sus primeros pinitos rodando con una cámara de super8. Desde hace años ha dedicado todos sus esfuerzos a las labores de interpretación, creación y dirección, aunque también ha sido presentador y guionista de cómic. Es imposible reproducir su currículo al completo, pero son muchos los espectadores que le recuerdan por la saga de películas de Torrente, un personaje casposo, que es un referente de crítica social. Hace unos días estrenó en salas la tercera película de Padre no hay más que uno.

Ha estrenado en julio una película muy navideña, la tercera de la saga Padre no hay más que uno.

Está ambientada en Navidad y me encanta. Mira, ahora vengo de la calle y con el calor que hace, pensar en mi película es como si me entrara un soplo de aire fresco. El frío navideño me encanta.

Pues está muy de moda decir que no gusta la Navidad.

Seguro que algunos lo dicen sinceramente, pero otros no lo sé, quizá se trate de estar a la moda. Esta película, y no voy a contar mucho, hay que verla, porque tiene mucho de frescor navideño, tiene esa ternura que nos inspira la Navidad. Bueno, lo de la ternura hasta cierto punto. Los niños no hacen más que trastadas y los adultos son un poco más especiales.

Una cita obligada familiar que a veces puede llegar a saturar.

En esta entrega viene el padre de mi mujer en la serie, de Toni Acosta, y mi madre que es Loles León también quiere estar en las celebraciones, así que te puedes imaginar el ambiente.

Totalmente navideño, supongo.

Ja, ja, ja… Eso mismo. Mi personaje se agobia bastante porque cree que con los niños ya hay bastante en casa y no necesita excitantes extra. Recomiendo que los espectadores se empapen del espíritu navideño. De una forma u otra, las Navidades nos afectan a todos.

Cuando inició la saga de Padre no hay más que uno cambió totalmente el chip que había en la de Torrente.

Eso me han comentado muchos. Algunos me dicen: ¿Cómo es posible que hayas hecho estos cambios? Pues muy fácil, igual que uno es soltero, se va de juerga y luego se convierte en padre de dos niñas. ¿Quién es culpable? El tiempo. Los años corren y el soltero evoluciona y se convierte en padre. En el caso del cine, a mí me encanta la comedia negra, la comedia gamberra, la comedia salvaje, pero también me ha gustado la comedia familiar y eso es lo que he hecho con Padre no hay más que uno.

El director y actor narra lo ‘movido’ del rodaje de ‘Padre no hay más que uno, 3’.

El director y actor narra lo ‘movido’ del rodaje de ‘Padre no hay más que uno, 3’. Ana Belén Fernádez

Aunque es comedia familiar, no ha caído en la ñoñería.

Eso no, por favor. Tenía que ser divertida, entretenida, pero no dulzona. Es que la vida en familia no es dulce siempre, es vida, es vida movida, son familias que discuten, que se divierten, que se vuelven locas. Esta saga ha sido todo un reto para mí, porque tener pendientes a padres de 40 años, niños de siete, abuelos de 70 o adolescentes de 18 es complejo. En principio me parecía una misión imposible.

Y lo ha conseguido, al menos con las dos primeras.

Sí, parece que lo hemos conseguido. Las familias que van al cine parece que salen bastante contentas. No hay nada más bonito que una mujer te diga: ¿Sabes lo que es tener a mis dos hijos y a mi madre en el cine juntos y pasándolo bien? Miraba para un lado y los niños se estaban riendo, miraba para el otro y era mi madre la que se reía. Es muy grande, estaba feliz

Veo que le agradan los piropos.

Ja, ja, ja… Todos nos sentimos bien cuando nos halagan por el trabajo, no vamos a ir de modestos. No es que me sienta un benefactor de la humanidad porque la gente disfrute con mis películas, pero me tomo muy en serio que la gente se entretenga. 

Una película cada verano, aunque no sean de la misma saga.

Es que quiero que la cita de cada verano sea una película mía, una historia que pueda acompañarte durante el tiempo de calor. Una historia con la que puedas reírte y que la consumas en familia, o solo, y lo pases bien. Yo he vivido con mis hijas las pelis de dibujos animados y en ocasiones me he aburrido como una momia, así que ver una comedia familiar que implica a todos los miembros de una familia es una buena idea y puede resultar maravilloso. Quiero hacer una película cada verano, al menos mientras me aguanten las fuerzas.

¿A quién se parece más Santiago Segura, a este padre de familia o al casposo de Torrente?

¿Casposo? Bueno, sí, estoy contigo. Intento hacer personajes muy distintos a mí y parecerme a ellos lo menos posible. Si me tengo que identificar con alguien es con este anormal, con este padre torpe, aunque bien intencionado. Con Torrente es difícil identificarse a no ser que seas un enfermo mental, que tengas problemas psicológicos.

¿Ha acabado con Torrente?

Sean Connery decía eso de: Nunca digas nunca jamás. La saga de Torrente puede continuar. Me parece un personaje fantástico. Es el ser más excesivo de la creación. Muchos dicen de alguna persona: Es un dechado de virtudes. Pues mi Torrente, no. Él es un compendio de calamidades. 

¿Fácil de interpretar?

Te metes en el personaje y resulta divertido de interpretar. Pienso que todavía puede ser útil una mirada ácida o crítica a la sociedad, con ese humor negro.

¿Cree que la gente entiende que Torrente es una crítica social?

Espero que sí. El problema es que aún hay muchos que siguen sin captar la crítica y piensan que es una apología. A veces me sorprende la poca capacidad de entendimiento de la gente. Torrente no es un personaje que haya desechado, solo lo he aparcado momentáneamente. En las películas de Padre no hay más que uno te das cuenta de cómo han crecido los niños en tres años, de la primera a ahora. Que Torrente esté más machacado hasta le beneficia al personaje, es tan destroyer que cuanto peor esté, mejor. 

Usted es como Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Crea la historia, la dirige y la protagoniza. Será difícil asumir tantos roles en una producción audiovisual...

Estoy encantado, porque tengo una coguionista con la que compartir la creación de Padre no hay más que uno. Recuerdo que entre Torrente 3 y Torrente 4 pasaron seis años. Escribir un guion en solitario es terrible, sobre todo para una persona como yo. No te creas que soy muy disciplinado.

Pues para escribir se supone que hay que ser disciplinado.

Se supone, pero yo me disperso enseguida. Me sale un programa de televisión, una cosa de teatro... Escribir un guion exige una disciplina, por supuesto. Con mi coguionista, con Marta González de la Vega, eso no pasa. Llega a la hora que hemos quedado y me dice: Venga, no te distraigas, que hay que seguir con esto. Me parecía admirable que Woody Allen hiciera una película cada año. Es cierto que al final muchas no interpretaba él, aunque las escribía y las dirigía. Hizo unas declaraciones en una revista que me hicieron mucha gracia: Yo hago muchas películas porque así seguro que alguna me sale bien. Pensé: Me voy a apuntar esto que ha dicho Woody. Ahora no me puedo quejar, tengo esta cita veraniega con la comedia. Llevo cinco años haciendo una película para cada verano y si puedo voy a seguir.

¿Padre no hay más que uno promete llegar hasta el infinito y más allá, o se queda en trilogía?

Creo que esta va a ser el cierre y quizá más adelante puede haber más. Lo digo por la gente esa que se queda hasta el final de los créditos, aunque mucha se va antes de que acaben. Esto es un pequeño premio para los que se quedan. Es un pequeño chiste y se dice: Padre no hay más que uno, cuatro en el horizonte. Pone un letrerito que dice: Muy lejano. No descarto la número cuatro, pero no va a ser algo inmediato.

¿A qué historias se va a dedicar ahora?

A crear otra comedia. El verano pasado hicimos A todo tren. Ahí estuvimos Leo Harlem y yo como pareja cómico patética. A mí me hacen mucha gracia las parejas cinematográficas, me voy a reunir con Leo y creo que podemos dar otro susto el verano que viene.

El rodaje de esta película arrancó con Antonio Resines, pero el covid se manifestó en él de la forma más dura. Terminó con Carlos Iglesias haciendo el personaje de Resines. Momentos difíciles, ¿no?

Y todo acabó bien de milagro. No he rodado jamás en mi vida en unas condiciones más complejas. El cine es un castillo de naipes. Tú vas a localizar, miras un local y dices: Este tiene la luz perfecta. Hablas con el dueño, negocias el precio y te dice que solo puede ser el día 15, que el resto hay eventos. Lo metes en el plan de rodaje. Imagínate que cada día hay alguien que da positivo. El día que vas a rodar lo del restaurante uno de los actores tiene covid. Llamas, pides a ver si se puede mover y te dicen que no. Pues hazte una idea si hay un actor que no tiene diez días de cuarentena, sino que entra en la UCI, como fue el caso de Antonio.

¿Pensó en parar el rodaje cuando se hizo patente la gravedad de Resines?

Antonio no es un actor para mí, es un amigo. Cuando me decía la productora: ¿Qué hacemos con Resines? Habrá que sustituirle. Joder, me ponía de los nervios. Por suerte pude hablar con él en la UCI. Su mujer me dijo que recibía mensajes de voz. Le pregunté si le esperábamos. Me dijo: No. No seas loco. Haz lo que tengas que hacer. No sé cuándo voy a salir de aquí y no sé con qué ganas voy a salir. Le comenté la posibilidad de que lo hiciera Carlos y me dijo que le parecía estupendo. Conté con sus bendiciones el día antes de que le intubaran.

¿Dos perfiles diferentes?

Sí, pero fue una suerte. Carlos Iglesias ha sido de diez. Imagínate que alguien te llame y te diga: ¿Puedes venir dentro 48 horas para hacer un papel que no se te ha ofrecido a ti? Pues es un marrón, pero el tío lo asumió con toda la profesionalidad del mundo. Y de verdad, está en la película espectacular. No eché de menos a Resines.

Vaya.

Me explico, no eché de menos al Resines actor, que por cierto, es excepcional; eché de menos al Resines amigo, y no me ha gustado que estuviera en la UCI y que lo pasará tan mal. Pero Carlos ha estado estupendo, maravilloso, sensacional. Por cierto, yo cogí el covid el 24 de diciembre.

Muy navideño…

Ja, ja, ja… Y Toni Acosta al día siguiente. Luego mis hijas también lo cogieron, el resto de niños de la película también, Silvia Abril y el director de fotografía. Esta es una película que ha tenido unos nueve planes de rodaje.

Podría haber titulado: Padre no hay más que uno a pesar del covid.

Ja, ja, ja. Pues el gran premio es que el otro día le enseñé la película a un amigo al que le había contado todas las penurias que había pasado y me dijo: Porque me has contado todas estas desgracias, pero en la película no se nota nada. Respiré aliviado ante esta opinión. En el cine trabajamos para crear una fantasía y solo tú sabes lo que ha habido detrás. Hay que negociar. ¿Se ha roto un equipo, se ha puesto enferma la gente? Sí, y no se nota nada, esa es la magia del cine.