Ernesto Sevilla, Joaquín Reyes y Miguel Esteban son los creadores de Pobre diablo, una serie de animación para adultos que acaba de llegar a HBO Max.

¿Cómo nació la idea de Pobre diablo?  

Joaquín Reyes: Bueno, siempre hemos tenido la ilusión de hacer una serie de animación. La animación está muy presente en los trabajos que hemos hecho anteriores, pero siempre en pequeñas piezas, en pequeñas píldoras. Por parte de Buendía, y de HBO, se nos brindó la oportunidad de hacer una serie. Nos encargaron dos ideas por parte de HBO para desarrollar, les gustó esta y nuestro sueño se hizo realidad, fíjate. 

Miguel Esteban: Sí, es algo que ellos, tanto por parte de HBO como de Buendía, sabían que queríamos hacer desde hacía mucho y ahora ha surgido la posibilidad. De esas piezas pequeñas que habíamos hecho siempre, lo que aspirábamos era en algún momento convertirlo en una serie de animación. 

Joaquín: Pero para que te hagas una idea. Muchas veces decíamos “¿Algún día tendremos una serie de animación? Ojalá un día tengamos una serie de animación”. Eso era como un mantra constante, porque nos parecía algo muy complicado de conseguir. 

Miguel: Sí, muy complicado de conseguir aquí en España porque no hay una industria de animación para adultos en series. 

Además, haberlo hecho realidad juntos debe de haber sido aún más especial. 

Joaquín: Yo me siento muy afortunado de estar con Miguel y con Ernesto casi desde el principio desarrollando nuestras ideas y proyectos, y que hayamos podido hacer una serie de animación es... Claro, muchas veces no tienes perspectiva de las cosas, porque las estás haciendo y con la inercia no te paras a pensar. Pero me parece increíble sin querer fliparme que tengamos una serie de animación y que nos haya quedado tan bien, la verdad. 

Ernesto: Claro, y mientras estamos haciendo esto no estamos delinquiendo. Hay gente que planea atracos y los lleva a cabo incluso. 

Miguel: A este hay que tenerlo entretenido. 

Ernesto: Quiero poner en valor esto (risas). 

Miguel: No, pero sí es verdad, es maravilloso, y la verdad es que a nosotros nos hace ilusión seguir teniendo proyectos juntos hasta el fin de los días. 

En su caso, Ernesto, Joaquín, además de estar tras esta historia también están dando voz a dos de los personajes protagonistas. ¿Cómo ha sido ponerse en estas pieles?

Joaquín: Miguel, que es el director, tenía claro que quería que la creación de los personajes también se tenía que hacer a través de las voces. Porque hay una idea, errónea, que es pensar que esto se dobla. La serie de animación no se dobla. Tú haces las voces, grabas las voces, y luego los animadores animan con lo que han hecho los actores. De hecho, nosotros nos juntábamos cinco o seis actores en una sala y ahí hacíamos las voces. Se creaba mucho y era muy parecido a un rodaje en ese sentido. Nosotros hemos puesto voces en los proyectos anteriores, nos gusta mucho. Y en mi caso pongo voz a Stan -el protagonista- que es un chico sin malicia y con un gran corazón. 

Miguel: No sabría decir si hay relación entre los personajes y vuestra personalidad.  

Ernesto: A mí por ejemplo me ha tocado un personaje que es radicalmente distinto a mí, que es un gato drogadicto y socarrón y cabezón. Ha sido muy difícil para mí meterme en ese personaje. 

Miguel: Porque no eres un gato (risas).

Ernesto: Porque no soy un gato. Eso se nota, ¿no? Hay gente que me dice “¿Has convivido con gatos?” (risas). Y en realidad es la segunda vez que hago de gato. Ya hice de gato en un episodio de Capítulo 0, con lo cual tengo un poco de miedo de encasillarme en papeles de gato. 

Joaquín: Nos hizo mucha ilusión ver las voces, porque se ha traducido a treinta idiomas la serie, chúpate esa mandarina, y nos hacía mucha ilusión oír las voces que han puesto en Estados Unidos y en otros países. 

Ernesto: Sí, porque ahí lo han hecho profesionales de verdad (risas). 

Miguel: Han hecho un trabajo de interpretación estupendo.

Joaquín: Cuando íbamos a grabar las voces es de las partes que más he disfrutado, a mí me encanta, y eso que yo vivo de mi físico sobre todo. 

Los creadores de 'Pobre diablo' cuentan qué harían si llegara el apocalipsis

Los creadores de 'Pobre diablo' cuentan qué harían si llegara el apocalipsis HBO Max

En esta serie narran la historia del Anticristo, que tiene que traer el Apocalipsis. E introducen la premisa de que ya hay racismo, machismo, y que qué más puede hacer él. Si cayera sobre sus hombros este título, ¿qué harían ustedes? 

Ernesto: Yo iría a la feria de Abril (risas). 

Miguel: Sentarte y esperar. 

Joaquín: Sí, es un poco la conclusión, sentarte y esperar. Porque los humanos ya estamos haciendo un gran trabajo en ese sentido. Y parece que irreversible, desgraciadamente. 

Miguel: Que el Anticristo llegue después del 2020...

Joaquín: A lo mejor tiene que decir “Aflojad un poco, no vayáis tan deprisa” (risas). 

Ernesto: “Habéis metido el sprint. Tenemos tiempo”. 

Joaquín: Esa era una de las ideas que queríamos que sobrevolara la serie. Al final, Stan lo que quiere es enamorarse, actuar, cantar, bailar...

Miguel: Nos sirve para hablar del bien, del mal, o de problemas que hemos vivido todos como las expectativas de tu padre y de la idea que tu familia se hace de ti y cómo buscas tu propio camino. Nos parecía que poca gente tiene más marcado su destino desde que nace que el Anticristo. 

¿Cómo vivirían su último día en la Tierra si se desatara el Apocalipsis, además de yendo a la feria de Abril?

Ernesto: Yo es que vivo así ya (risas). Para mí siempre es el último día. 

Joaquín: Yo, fíjate, si fuera el último día, una siesta me echaba. 

Ernesto: Más de media hora no. 

¿Con qué sensaciones esperan que salgan los espectadores tras ver la serie?

Joaquín: Esperamos que les guste, y también que sea el principio de más series de animación en España, que abra un poco de camino. 

Miguel: Creemos que va a sorprender lo bien hecha que está. Ojalá alguien a través de esto se dé cuenta de que hay un campo por explorar.