El martes 17 le escuché en la Ser su posición en la proposición de Ley Foral de Reconocimiento de las Víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia Católica de Navarra.Planteó su negativa a apoyarla porque cree que los clérigos pederastas en su mayoría han muerto y no podrán defenderse. Su postura de nuevo nos revictimiza y por tanto apoya a la Iglesia Católica, a la que afirmó, no pertenece.Tergiversa el sentido de la ley que no busca la acusación de quienes abusaron sexualmente de nosotros. Léala y verá que busca tres aspectos que nada tienen que ver con su interpretación.1.- El reconocimiento de nuestra condición de víctimas y del daño sufrido.2.- La construcción de una memoria colectiva que estimule el diálogo Iglesia Sociedad.3.- El derecho al reconocimiento público de la condición de víctima y su satisfacción moralEntre sus principios destaca esta ley la subsidiariedad, consiste en que esta ley no debe chocar con los procedimientos judiciales. Por tanto, no se trata de juzgar a los pederastas que abusaron de nosotros. Dice apoyar la comisión liderada por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, por creerla equilibrada enfrentándola a la ley navarra en tramitación.Sepa que una de las primeras acciones del Defensor del Pueblo fue contactar con Eduardo Santos, consejero de Justicia del Gobierno de Navarra. La última, de esta misma semana, ha sido venir a reunirse con las dos asociaciones de víctimas de Navarra. Ángel Gabilondo manifiesta una perfecta sintonía con las acciones emprendidas en nuestra Comunidad Foral.Sepa también que en todos los foros en que se trata la pederastia de la Iglesia lo que se intenta es que colaboren con la sociedad en el esclarecimiento de los abusos. Se les acusa de encubrimiento y se les da la oportunidad de levantarlo.Los fieles de esa Iglesia a la que usted dice no pertenecer merecen una explicación para seguir confiando en su prevalencia moral.Nosotros fuimos abusados en entornos sostenidos por un nacional catolicismo al que el franquismo permitió su inmunidad.Con su postura parece estar usted cercano a aquella comprensión. La Iglesia católica francesa ha reconocido 216.000 casos de abusos en su seno y trabaja por la reparación. ¿Puede imaginar los aquí producidos con semejante protección franquista? Tenemos más de 60 años todos los abusados de nuestras asociaciones, alrededor de 50 en un silencio de miedo y dolor. Solo queremos que nos ayuden a descargar esta mochila que nos agota. No venga usted a cargarnos más piedras de incomprensión.

Asociación de Víctimas de Pederastia de la Iglesia en Navarra