Hay gente que sabe divertirse en su trabajo y luego está la policía peruana. Otro nivel.

Nombre del dispositivo antidrogas: Operación Marvel.

Localización. San Juan de Lurigancho.

Resultado: Caída de Los Tercos de Mariátegui.

A mí todo me suena a ranchera traída a Navarra, a las batallas carlistas de Zumalacárregui y a un narcocorrido cantado por Kojon Prieto y Los Huajolotes cuando en los 90 reventaban verbenas callejeras con su naparmex tan libre. Los hechos ya los conocemos. El pasado martes en el distrito más poblado de la provincia de Lima, San Juan de Lurigancho, la Policía Nacional de Perú detuvo a cuatro miembros de una familia acusados de formar una banda dedicada al menudeo de drogas. Esta operación llamada a ser la 683 o la 4.327 se hizo viral. ¿Por qué repetir lo de siempre? ¡Innovemos! Lo hicieron. Además de un éxito la operación resultó un ejercicio de imaginación y creatividad, fascinante. En la comisaría cuatro agentes se embutieron en sus disfraces de lycra dando cuerpo a una escuadra mítica de héroes de cómic, Capitán América, Thor y su mazo –definitivo–, Spiderman y Catwoman. Se acomodaron en el vehículo sin pisarse las capas unos a otros y en minutos atravesaban el barrio como leyendas envueltas en la épica de su propia banda sonora, ¡porque un compañero había llevado el altavoz! Amor al detalle. Capitán América derribó la puerta de la vivienda blandiendo el superpoder de su brazo y la maza de Thor y cuando los inquilinos se encontraron con los tres Vengadores de la Marvel y la heroína de DC Comics en su cuartito de estar se les bloqueó la actividad cerebral. Poesía eres tú y sus caras. Nadie entendía nada. Factor sorpresa conseguido. Los caída de Los Villanos de Mariátegui fue cuestión de segundos. “¡Les llegó su Halloween!”, escribió la policía en su cuenta de Twitter. Si yo fuera ministra de Interior en Perú les concedería la Medalla a la Innovación, la Originalidad y el Ingenio. ¿Fuente de inspiración para la Ertzaintza y la Policía Foral?