La gran banca española -Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja- pulveriza récords: obtuvo un beneficio conjunto de 20.850 millones en 2022, lo que supone un 28% más en un año. Cifras de locos si se comparan con el gasto en servicios esenciales. Comparemos: el Estado invertirá más de 7.049 millones de euros este año en sanidad y 6.408 millones en educación -y con subidas importantes gracias a los Next Generations-, partidas inferiores a que lo que embolsaron bancos como el Santander en un sólo año. Las ganancias se conocen para más inri el día después de que el Banco Central Europeo sube los tipos de interés al 3% -y no se espera que sea la última escalada este año- lo que ahoga aún más a miles de hipotecados: la subida media mensual estará entre los 200 y 300 euros.

Eso sí, la banca no pagará intereses a los abuelos por sus ahorros, mientras que Luis de Guindos, exbanquero de Lehman Brothers y hoy vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) cobrará 361.000 euros más la subida correspondiente. La sobreprotección a la banca ya resultó obscena en la anterior crisis y el rescate a los bancos del Gobierno del PP costó más de 70.000 millones de euros a los españoles. La clase trabajadora todavía sufre la anterior crisis-estafa. ¿Cuántas familias perdieron su vivienda desde que comenzó la crisis? Y si siempre gana la banca, los que no somos banca, siempre perdemos. El Gobierno de Madrid calcula que recaudará más de 1.100 millones de euros este año por el nuevo tributo previsto para las entidades financieras. Oigan, sin piedad!.