Merecido Goya al actor revelación: Espero que todavía siga pensando que procede que lo felicitemos. Algo me dice, sin embargo, que le están amargando el premio. Me lo imagino, como poco, confundido al ver cómo la incansable cofradía de santurrones y santurronas la ha tomado con usted por haber osado proclamar al recibir la estatuilla que las personas como usted también existen y también follan. Los y las moralistas de corps salieron escopeteados a denunciar esas palabras claramente en pro de la inclusión como un intolerable alegato a favor de la explotación sexual de las mujeres. Y en esas sigue el ejército de salvación, pese a que usted ha tenido que salir a palestra a recordar su condición de homosexual. Les da igual.