De piedra. Así me quedé el martes por la tarde al final de la mesa redonda que estaba moderando sobre el cambio climático. Durante dos horas cinco candidatos al parlamento de Navarra por diferentes formaciones, Lorea Flores, representante de Greenpeace en Navarra y Rafa Alday miembro de Alianza por el Clima Nafarroa y Ekologistak Martxan aportaron un montón de datos y reflexiones del IPCC, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y de muchas otras entidades y autoridades en el tema. Expusieron, criticaron, debatieron sobre cómo se está actuando en Navarra y al final de la sesión hubo un tiempo limitado para las intervenciones del público. Algunos asistentes hicieron sus puntualizaciones y preguntas, pero otros empezaron de pronto a quejarse y a ponerse en pie primero y a gritar después. Yo pensaba que era porque ya era la hora de cerrar y no había tiempo para dar paso a todos, pero no. Gritaban que todo esto era una dictadura, que no les queríamos dejar hablar, que no había habido un debate, sólo monólogos en una única dirección, que en esa mesa no había ciencia, que lo único que queríamos era meterles miedo… y que ellos querían seguir usando sus coches. Yo alucinaba como había alucinado por la mañana al leer en este periódico la entrevista de Jesús Barcos a la candidata del nuevo partido Eguzkilore que decía cosas como que “la raíz de la pandemia, si la investiga, flipa de dónde sale y cómo han cambiado todo para tenernos al pueblo en miedo.” O “Ahora empieza otra que es el cambio climático, es como tener a la gente con miedo siempre. La gente no investiga fuera de lo oficial, y se cree lo que le cuentan. Nosotros vemos otra realidad.” Nivelazo.