Días atrás escuchaba atónito en la radio una noticia donde se relataba la bronca que una pandilla de energúmenos, relacionados con el llamado “mundo del toro”, organizaron a la ministra de Trabajo en Toledo (Spain).Al parecer estos valientes se manifestaban solicitando que se les considere trabajadores de la cultura y recibir de este modo ayudas, al igual que sucede con músicos, actores, escritores, etc. Dicen que el Ministerio les ha excluido al no atribuir a la tauromaquia la categoría de evento cultural que por lo visto merecen…A cuenta de todo ello, le obsequiaron con una sarta de insultos e improperios (hija de puta, golfa de mierda, etcétera), aderezados con empujones y amenazas; llegando incluso a romper un espejo retrovisor del coche. La faena concluyó con la intervención de la policía, que hizo posible que la ministra abandonara el lugar. Todo un ejemplo de acto cultural en su máxima expresión… y olé.Estoy convencido que si Yolanda Díaz no fuera mujer, ni ministra de Unidas Podemos, el comportamiento de los agresores hubiera sido bien distinto. Los machitos se hubieran contenido en su actitud fanfarrona y chulesca.Digo agresores porque considero el hecho como una presunta agresión de odio en toda regla. No un escrache como argumenta algún tertuliano que, recurriendo a la jerga que caracteriza a quien se cree en posesión de la verdad, sugiere que la ministra recibió de la misma medicina que su partido utilizó en alguna ocasión. No sé qué es más repugnante si la actuación de los taurinos o la de este personaje que como tantos otros pontifica sin rubor en base a la inquina que destila sobre quienes no son de su cuerda.Enmascarado en una pseudo-objetividad estomagante desvía la atención del gravísimo hecho, origen de la noticia, para justificarlo con esa especie de equidistancia que hoy se estila tanto.Espero que quien tenga competencias para ello sepa colocar en su lugar a los alborotadores y de paso les sugiera que soliciten las ayudas a quienes manejan el muy cultural tinglado de los toros; incluidos algunos torerillos que aparecen en la prensa rosa cada dos por tres, y, figuran en la nómina de algún partido de cuyo nombre no quiero acordarme… ni nombrar.Desde aquí deseo expresar mi apoyo y solidaridad a quien a pesar de no conocer personalmente considero una magnífica ministra y una excelente persona. Gracias Yolanda Díaz por tu trabajo en el Ministerio. Salud y siempre República.