Como dice Jokin Azparren en su carta del 10 de agosto, mucha gente aprovecha la oportunidad para subir los precios poniendo como excusa la pandemia, la huelga de los transportistas, la guerra de Ucrania, etc. De todas formas, los consumidores tenemos la culpa, ya que antes de la pandemia la gente hizo acopio de productos, especialmente la harina y el papel higiénico, lo mismo pasó con la huelga de transportistas (se veía a gente que salía de los hipermercados con el carro lleno de cajas de leche, galletas...). A los pocos días del inicio de la guerra de Ucrania desaparecieron todas las botellas de aceite de girasol porque Ucrania era exportador de ese producto (hasta ahora la gente no lo sabía). El aceite que los supermercados tenían en existencia, de las campañas anteriores, subió como la espuma, arrastrando también al aceite de oliva que se produce en el país, por lo tanto la guerra de Ucrania no influye nada. La picaresca de este país no tiene precedentes en otros de nuestro entorno. El 12 de abril escribí una carta: la gasolina había descendido 20 céntimos litro. Hubo 230 gasolineras en España que la subieron, los petroleros como dice Jokin, y los gasolineros quieren ganar más, como mucha gente. Dice la canción "todos queremos más y más y mucho más". La falta de escrúpulos impera en la sociedad y todo el mundo se quiere lucrar a costa de tod@s hasta que los bolsillos de la gente aguanten. Puede pasar que, como se suele decir, "la avaricia rompe el saco" y esto estalle, luego echaremos la culpa a los Gobierno de turno, como siempre.