El 1 de octubre, Día Internacional de las Personas Mayores, las organizaciones de personas jubiladas y pensionistas de Navarra: Amona, Anapen, Anapp, FP. CCOO, Lacarra, Oneka, Pentsionistak Martxan, PDPPNA/CO, Sasoia y UJP-UGT en primer lugar queremos aprovechar este día para recordar una vez más a todas las personas que la covid 19 nos arrebató, y también a quienes sufren secuelas y han sido víctimas directas del deterioro en el seguimiento de sus enfermedades debido al colapso en la atención sanitaria.

En esta crisis socio sanitaria se evidenció la importancia de los servicios públicos. Sin embargo, siguen atendiendo telefónicamente en muchas ocasiones en los centros de salud y las listas de espera eran de 61.000 personas. Es un clamor entre la gente mayor la exigencia de una atención personalizada que tan necesaria es y que no podemos permitir que se sustituya por otras prácticas.

Teniendo en cuenta que más del 80% de la gente mayor hoy prefiere vivir en sus casas, se requiere un Servicio de Atención a Domicilio. Es necesario un cambio drástico en recursos materiales, recursos humanos, calidad de la atención y control público, se precisan recursos materiales para que la Ley de Dependencia pueda atender puntual y eficazmente todas las necesidades. Las personas cuidadoras deben tener condiciones laborales dignas reguladas por un convenio colectivo para este sector en Navarra, como vienen demandando con huelgas y distintas movilizaciones las trabajadoras de las residencias desde hace dos años. Exigimos al Ayuntamiento de Pamplona que cumpla la sentencia favorable a las trabajadoras del SAD. Mientras no se alcance el objetivo deseado de que este servicio sea totalmente público es imprescindible un riguroso control público que haga prevalecer la calidad de los cuidados frente al beneficio empresarial en las residencias.

Pues bien, tras las graves consecuencias derivadas de la pandemia, la influencia internacional en forma de guerras y de las sanciones impuestas a Rusia, asistimos a una crisis de la energía que no solo proviene de los cortes de gas que impone Rusia, sino del oligopolio de las empresas de energía en Europa y en España. La escasez de recursos energéticos, y de otras materias primas, está haciendo que las grandes empresas cotizadas en bolsa hayan tenido beneficios históricos de más de 64.000 millones de euros. “Un 83% de la inflación viene de los beneficios empresariales”.

Como consecuencia paliar el coste de la vida dando ayudas a la pobreza energética, poniendo topes a la cesta de la compra y a las hipotecas para las personas (no sólo de las mayores, sino de toda la población) es lo más urgente. Pero hay que mejorar los salarios para que no paguen la crisis como siempre la clase trabajadora. Dotar de recursos para pensiones y gasto social requiere una reforma fiscal profunda y progresista que no debe pararse en los impuestos especiales a la Banca y las Energéticas.

Mención especial requiere la amenaza cada vez más presente del cambio climático, con olas de calor y fuegos nunca vistos, sequía extraordinaria y todo tipo de avisos que nos está lanzando el planeta. Supone que tenemos que cambiar el modelo productivo, energético, el transporte, el apoyo a las zonas rurales, la agricultura, la ganadería y nuestras costumbres. Es incompatible luchar contra un cambio climático que van a sufrir nuestros hijos y nietos con un capitalismo voraz y con las guerras. Debemos reflexionar y exigir medidas urgentes a nuestros gobernantes,

En el otoño la batalla por la distribución de la riqueza será crucial, y lo será especialmente en su forma de salario y pensiones y en su vertiente de mejora y defensa de servicios públicos universales y comunitarios, especialmente de sanidad y socio sanitarios de atención a la dependencia, sujetos a todo tipo de recortes como base para su privatización.

Exigimos a los poderes públicos garantizar la suficiencia económica durante la tercera edad y en general a toda la población. Por ello emplazamos al Gobierno estatal a la revalorización de las pensiones con el IPC y la mejora de las pensiones mínimas siguiendo los criterios que fija la Carta Social Europea, de las pensiones de viudedad; y la erradicación de la brecha de género. Y al Gobierno de Navarra que, haciendo uso de sus competencias, mejore el complemento de la Pensión Mínima, haciendo que alcance a todas los mayores que estén con pensiones mínimas y no tengan otros recursos

Un año más en este Día del Mayor nos corresponde seguir peleando porque la movilización es nuestra garantía para cambiar las cosas y evitar nuevos recortes de nuestras condiciones de vida y pensiones.

En representación de Amona, Anapen, Anapp, FP, CCO, Lacarra, Oneka, Pentsionistak Martxan, PDPPNA, Sasoia y UGT