El Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra que dirige Mª Carmen Maeztu ha decidido con buen criterio hacer un registro único para las tarjetas de aparcamiento que utilizamos las personas con discapacidad y me parece correcto. Según se nos dice es para evitar duplicidades y el uso fraudulento de las mismas, y para ello las van a dotar con una etiqueta que llaman quazar.

A pesar de estar de acuerdo con la medida hay algo que es difícil pero no imposible de controlar, y me refiero a esas personas que conviven con una persona titular de la tarjeta que no sale de casa, o lo hace rara vez, y cuando lo hace suele ser para ir a consulta médica.

Son estas personas que la utilizan para ir a comprar al hipermercado o para ir a tomar unas cañas, estas personas están haciendo un uso fraudulento de la misma -en Tudela se dan casos-.

Yo no sé cuál puede ser el mecanismo para evitar este uso fraudulento de la tarjeta, y por ello pido a las distintas administraciones, Gobierno de Navarra, ayuntamientos, Policía Municipal y Foral, y al departamento que corresponda, se pongan -como se dice de manera coloquial- las pilas para evitarlo.