Sorioneku se ha colado en las cenas de trabajo, en la cena de Nochebuena o de Navidad, y, cómo no, en los grupos de WhatsApp. El otro día, por ejemplo, un amigo desataba la polémica al enviar un mensaje al grupo diciendo que, salvo el Sorioneku de la primera línea, no veía ningún otro rastro del euskera. Para él el texto tenía aspecto ibérico. 

No sé, entiendo que si el texto está escrito valiéndose de un signario vascónico basado en el ibérico, necesariamente debe tener aspecto ibérico; pero que un texto esté escrito con caracteres latinos no significa que por eso deba estar escrito en latín. Por otra parte, es cierto, esto resulta bastante arcano: “te n e ke be e ki ? a te ? e[n] / o T i ? ta n . e s e a ka ? i / e ? a u ko n .” Pero hay que tener en cuenta que los expertos (Gorrotxategi y Velaza) han transcrito la inscripción valiéndose siempre de las consonantes sordas, ya que esta es la manera comúnmente aceptada, del mismo modo que en egipcio, por convención, se intercala la vocal “e” entre las consonantes, o en árabe la vocal “a”, cuando se desconoce su lectura correcta. 

Aceptemos el juego filológico y examinemos esta lectura: s o r i o n e ku / den eke be(h)egir ate (hu)rren / oNBirretan e(t)se a garri / (d)er(h)aukon. El grafo T de la inscripción solo se encuentra en los textos atribuidos a los vascones y, aunque se desconoce su lectura, se presume que se trata de una consonante nasal. Con todo, según Mitxelena en el euskera prerromano no existía la M, luego puede ser un sonido cercano que nada impide interpretar como NB, ya que del antiguo *unbe (niño) se ha derivado el VMME de Lerga, y, además, con posterioridad también había ocurrido el proceso inverso; por ejemplo, del griego a través del latín camara tenemos ganbara en euskera. Siguiendo este razonamiento, es posible leer “o T i ? ta n” como oNBi?tan, esto es, on birr(e)tan, dos veces bueno.

Y llegados a este punto, sin hacer un gran esfuerzo de imaginación se puede llegar a vislumbrar algo parecido a esto: Dichoso / Sea quien mira cerca de la puerta. / Doblemente dichoso Quien esta casa le merece. O lo que sería lo mismo: Dichoso / Sea quien se acerca a la puerta en busca de cobijo / Doblemente dichoso Quien sea digno de merecer serlo en esta casa”.

Hace ya mucho tiempo, en el pueblo de Santa Cecilia de Voltregá (Osona, Barcelona), se encontró una estela en la que también se puede leer Sori, como en Sorioneku, no sé si ambas inscripciones pueden estar relacionadas, pero quizás el Año Nuevo nos traiga respuestas para todas nuestras preguntas, o, quizás, todavía más preguntas sin responder.

2023 Sorioneku Berri On!

El autor es profesor en la Universidad Pública de Navarra y miembro de la Sociedad Vasca de Onomástica.