No hay mayor desprecio que hacer aprecio, dice la sabiduría popular. Se ha montado un follón inaguantable en todos los medios públicos y privados a cuenta de que la derechona más indecente está insultando y sacando pecho contra el gobierno por todo lo que se menea. 

Estos son los que no saben perder y nunca han sabido ni sabrán. Por eso se levantaron en el 36 y montaron la guerra civil con la ayuda de los nazis. Hay que dejarlos que griten, porque es cuando se ve lo que son y quienes son. Y darles guerra democráticamente desde el Parlamento. A la chita callando, sin alborotar tanto como han hecho ellos. 

Los que hemos sufrido la dictadura sabemos cómo son y cómo serán siempre. Lo llevan en los genes. Son peligrosos, muy peligrosos, sí, pero hay que dejarlos que ladren y hacer leyes bien hechas y despacio para taparles la boca y desenmascarar a los poderes ocultos, el dinero, siempre el dinero. Seguir la pista del dinero es el secreto.