Con motivo de las reflexiones recogidas a nivel de prensa sobre la jornada organizada por el Consejo Escolar de Navarra los días 11 y 12 de enero, y coincidiendo con las peticiones del Departamento de Educación de Navarra, queremos destacar que hemos visto algunos titulares preocupantes.

En primer lugar, desde el grupo de padres y madres de las diferentes escuelas que trabajamos por una jornada continua, entendiendo que éste debía ser un punto de encuentro para la reflexión, queremos manifestar que no ha sido del todo objetiva.

De hecho, dos de los tres ponentes, expertos, se pronunciaron a favor de la jornada partida, y el tercero (aunque esperábamos/deseábamos que todos lo fueran) no lo hizo por ninguno de los dos.

Precisamente este tercero, José Luis Bernal Agudo, mencionó la única afirmación a tener en cuenta respecto al tema a debatir: la única diferencia entre un horario u otro consiste en el proyecto educativo que se ofrece.

Pero no confundamos deliberadamente las cosas: hoy en día las familias no tenemos competencias directas para completar el proyecto educativo, puesto que se elaboran directamente desde los centros educativos y no compete directamente a las familias.

La única vía actualmente que está en manos de las familias, en los centros en los que se nos permite decidir, es la elección del horario escolar. Más concretamente, se nos da la oportunidad de responder a la pregunta establecida por el Departamento de Educación: “¿Está Vd. de acuerdo con el proyecto de modificación de la jornada escolar pasando a ser jornada escolar continua/flexible?”

Los expertos nos han hablado de Alemania, Madrid, Valencia, Barcelona, Aragón, pero no hemos oído media palabra sobre la situación actual en Navarra. Y esto también es extraño. De hecho, actualmente hay más del 80% de las escuelas públicas de Navarra en jornada continua.

Para nuestra sorpresa, en estas jornadas no se ha hablado que se han mantenido conversaciones desde enero del año pasado para completar la nueva Orden Foral que regulará la jornada escolar. Ni sobre las aportaciones realizadas por los/las agentes oficiales de Educación, desde las direcciones escolares, los sindicatos o los/as particulares. Habiendo elecciones generales de por medio, tampoco han aclarado cuándo se redactará y publicará esa nueva Orden Foral.

No hicieron mención alguna a las recomendaciones del Defensor del Pueblo de Navarra sobre la modificación de los porcentajes a solicitar a la comunidad educativa a la hora de resolver el proceso. Porque es sabido que las mayorías cualificadas o especiales actualmente exigidas son excesivas (aunque la Lomloe exija mayoría especial).

Para terminar, desde nuestro grupo, aunque vaya a haber puntos de vista críticos o contrapuestos en los centros en los que se va a llevar a cabo este proceso, invitamos a participar con respeto y seriedad.

De hecho, queremos recordar que la resolución que regula este proceso recoge que el número de votos por alumno/a que corresponde a cada familia, en caso de no participar, es un voto que computa a favor de la jornada partida; así como los votos en blanco o nulos. ¿Es esto justicia? ¿Poner en el centro al alumnado?¿Para cuándo también darles la palabra a ellxs?

*Los autores son: Izaskun Martinez Alkat, Ilazki Baratze Baqué, Pablo García González, Elixabete Ansa Otermin. En representación de 2.000 padres y madres de los colegios públicos de Gares-Puente la Reina; Irulegi y San Pedro de Mutilva; Sanduzelai, Bernart Etxepare, Patxi Larrainzar, Azpilagaña y Amaiur ikastola de Pamplona-Iruña, y Erreniega de Zizur Mayor.