La semana pasada se cumplieron tres meses desde que se iniciara la huelga convocada en gestión deportiva. Más de noventa días en los que los trabajadores del sector, entre los que me incluyo, hemos luchado por lograr una subida salarial justa que nos facilite llegar a final de mes y unas condiciones laborales que dignifiquen nuestra situación. Sin embargo, estamos lejos de conseguir nuestro objetivo. Al contrario, parece que toda esta lucha y esfuerzo no ha valido para nada, o que incluso hemos retrocedido, ya que la patronal anunció una subida salarial que retiró a los pocos días. 

Cabe recordar que los paros fueron secundados de forma mayoritaria al comienzo de la huelga, cuando los trabajadores y las trabajadoras teníamos la fuerza suficiente para sacrificar nuestro sueldo con el fin de presionar a la patronal. Pero a medida que han ido pasando los días y no hemos visto visos de avance, la huelga ha ido perdiendo fuerza y se ha mostrado ineficaz. Por eso, creo que ha llegado el momento de buscar otras vías para lograr nuestra legítima reivindicación.

En este sentido, hace escasos días veíamos cómo nuestros compañeros del sector de ocio y cultura conseguían una importante subida salarial y mejorar sus condiciones laborales y económicas en otras cuestiones igualmente fundamentales gracias a un acuerdo alcanzado entre el sindicato UGT y la patronal pocas horas antes de iniciarse una huelga en el sector.

Por ello, me pregunto: ¿por qué no seguir este mismo camino para gestión deportiva?; ¿por qué no intentar negociar hasta la extenuación para resolver este conflicto?. Ha llegado la hora de que los sindicatos que nos representan escuchen a las plantillas y procuren alcanzar un acuerdo con la patronal, aunque no sea tarea sencilla. Mientras esto no ocurra, los únicos perjudicados seguiremos siendo los trabajadores y las trabajadoras, que continuaremos soportando condiciones precarias y bajos salarios.

*La autora es trabajadora del sector