Irrebatible argumento el del título. Primero porque no es un argumento y segundo por contener una falsa disyuntiva. Por menos de eso se suspende la Lengua Castellana en 1º de la ESO.

He leído el expediente sobre el parking de la calle Sangüesa publicado en el BON del 2 de enero. La lectura es larga (más de 700 hojas) y sobre todo es espeluznante.

Parece que hay mucha prisa y esto da que pensar en tiempos preelectorales.

Se trata de una obra de interés estrictamente privado de las personas que están en la agrupación de garajes a la que pertenece el redactor del proyecto, lo que resulta poco transparente en la tramitación. Esto le permite ocultar todo lo que no quiere que se sepa.

Necesidad del proyecto: no se dice nada de que es innecesario, que debería decirlo, no hay que avergonzarse de ello. Muchas de nuestras acciones son innecesarias, pero en este caso es importante un estudio detallado. Hay otras opciones como la utilización de aparcamientos preexistentes, aparcamientos disuasorios o restricciones del tráfico en la zona y reducción de emisiones que dice apoyar el Ayuntamiento y a las que está obligado legalmente.

El mismo arquitecto y promotor ya había propuesto otro proyecto para la avenida de Galicia que no llevó a cabo. ¿Por qué necesitamos ahora dos parkings en la calle Sangüesa a 200 metros uno de otro? Ya son ganas de trabajar, hacer dos proyectos me deja admirada.

También hay que tener en cuenta las torres de Maristas con sus garajes y con el tráfico y emisiones que van a generar.

Además todos sabemos que la construcción de un parking provoca tanta euforia en algunos automovilistas que al poco tiempo provoca la necesidad de otro parking. Y esto se repite mientras haya sitio para hacer agujeros.

Anchura de la calle: se va a meter con calzador un edificio de 17,7 metros de anchura en una calle de 19 metros dejando un borde a 60 centímetros del insituto y ¡claro!, a 70 centímetros de las viviendas. Van a estar picando un pozo de cuatro pisos de profundidad a 70 centímetros de los cimientos de mi casa. Y eso en una zona sísmica.

Normas de higiene y seguridad en el trabajo: muy detalladas para los trabajadores de la obra. Al parecer el resto de afectados no existe. No aporta ningún estudio sobre la afección de las obras al entorno.

No se dice nada de los servicios de emergencia, bomberos, sanitarios ni forma de evacuación en caso de incendio, fugas de gas…

No se habla nada del lucro cesante para todos los servicios que hay en este tramo de la calle por las dificultades de acceso a los mismo durante las obras.

No se habla del ruido, polvo y demás molestias para los vecinos, algunos de ellos muy enfermos y las medidas que se van a poner para minimizar su sufrimiento. Esto se llama crueldad.

Arbolado: poco hay que añadir a la carta de Ana Ozores Leoz publicada en DIARIO DE NOTICIAS. Le falta decir que, para más escarnio, van a sustituir árboles de verdad por unas prótesis de chichinabo como las de Carlos III.

Emisiones: es como si los miles de toneladas de escombros que va a ocasionar ese engendro hubieran de ser recogidos por ángeles custodios, elevados al cielo y transportados a una escombrera con cero emisiones.