La pasarela Cibeles en versión bélica tiene deslumbrados a los opinateros diestros. A tal punto, que no son pocos los que, contra su costumbre y su naturaleza, tienen dulces palabras para el teórico anfitrión. Aquí tienen, por ejemplo, al director de La Razón, Francisco Marhuenda dejando escapar un piropo: “El balance de la Cumbre es muy satisfactorio para España y la organización ha sido impecable. Hemos mostrado que somos un gran país. No voy a ser cicatero y es un acierto de Sánchez”.
Y justo de bajo de la pieza en la contra del periódico del diario azulón, el insumergible Luis María Anson hace los bises: “Cuando el presidente del Gobierno acierta es necesario reconocerlo así, con objetividad. La crítica justificada no puede impedir o enanizar el elogio. Pedro Sánchez se ha apuntado un gran éxito personal en la reunión de la OTAN en la capital de España. Y hay que dejar constancia de ello”.
"Sánchez tendrá un arduo problema para sumar con comunistas y Frankenstein"
Las lisonjas tienen cara B, como se percibe en el editorial, titulado “Apuesta por la Defensa pese a los comunistas”. La idea es que, tras la marcha de los liderones, el `residente español tendrá que pelear con la parte de su gobierno que rechaza lo que ha prometido en la cumbre: “Sánchez tendrá un arduo problema para sumar con comunistas y Frankenstein, jaleados por el impostado pacifismo que conlleva una inquina patológica al estamento militar, la OTAN y Estados Unidos. Será la enésima expresión de la bipolaridad grotesca y ponzoñosa de un gabinete roto al que sujeta el férreo hilo del poder”.
El editorialista de ABC calca el mantra sin olvidar la habitual rehaíla de sapos y culebras para nombrar a los socios del PSOE: “Es el momento de que el presidente cumpla sus compromisos y los haga cumplir a sus socios y aliados. Porque, para aprobar la ampliación del acuerdo con Estados Unidos o elevar el presupuesto de defensa al 2 por ciento del PIB, Sánchez va a tener problemas, no con el Partido Popular, sino en el Consejo de Ministros con la extrema izquierda, y en el Parlamento, con sus aliados independentistas y proetarras. Es insólito lo que Sánchez ha conseguido: que su política exterior y de defensa dependa más de la oposición que de su propio Gobierno”.
"Sánchez debería decidir ya qué quiere ser de mayor. Si el presidente de los populistas y los radicales, o el presidente de todos los españoles"
También Pedro J. Ramírez señala en El Español el dilema que le aguarda al inquilino de Moncloa: “¿Durante cuánto tiempo será sostenible este doble juego de Pedro Sánchez que hace imposible saber cuál es el presidente real y cuál el presidente fake? Este doble juego es deshonesto, es contraproducente y, sobre todo, es letal para la convivencia entre españoles. Sánchez debería decidir ya qué quiere ser de mayor. Si el presidente de los populistas y los radicales, o el presidente de todos los españoles”.
Suma y sigue por la línea pinchaglobos, El Mundo titula su editorial así: “A Sánchez le espera la realidad tras los brillos de la cumbre”. ¿Y en qué consiste la realidad? Pues ya imaginan: “Así, su promesa de un primer incremento en la partida de Defensa en los próximos Presupuestos Generales se da de bruces con la advertencia tanto de sus socios de coalición, Podemos, como de sus aliados independentistas, que coinciden en su rechazo. El sanchismo está obligado a una reflexión muy seria cuando otro de los grandes compromisos alcanzados por el presidente, en este caso con EEUU para que incremente su fuerza militar en la base de Rota, solo va a poder cumplirlo por el respaldo del PP ante el boicot en bloque de toda la izquierda antisistema”.
En la página siguiente del diario de Unedisa, Jorge Bustos tira de vitriolo y se pregunta qué le queda por hacer ahora al gran triunfador de la cumbre: “Nada ni nadie quitará ya de su mesilla de noche aquella foto con el emperador llamándole «Pedro» como Cristo a su apóstol, agradeciéndole todas las letras de la palabra «liderazgo». Los dos solos, dirigiéndose al mundo libre. Mano a mano con la Historia. «¿Y ahora qué hacemos, Begoña?», preguntará él. «¿Quedan desafíos a nuestra altura?». En España seguramente no, la verdad sea dicha. La realidad española ya solo ofrecerá recesión, protestas de camioneros, ajustes impopulares, prima de riesgo”.
"El cuento de hadas ha dado a su fin y la carroza de la propaganda se ha convertido en una monstruosa calabaza"
En El Debate, Mayte Alcaraz se abona a la tesis del canto del cisne, preludio del fin inminente: “Imágenes que le servirán a Sánchez para prepararse un porfolio que enseñorear por Europa en busca de un buen puesto internacional. Pero, aquí, el cuento de hadas ha dado a su fin y la carroza de la propaganda se ha convertido en una monstruosa calabaza, la misma que los españoles preparan para cuando Pedro Sánchez se mida en las urnas”.
Cerramos estas notas en el digital catolicón, que se felicita por lo bien que ha ido todo, aunque no atribuye el mérito a Sánchez, sino a al marido de Letizia Ortiz: “Aunque Sánchez ha tratado de aprovechar al máximo la cumbre en clave propagandística, la magnífica organización y el papel de representación intachable del Rey Felipe VI han permitido proyectar la imagen de país moderno y comprometido firmemente con las libertades y los derechos humanos. Y lo será más cuando tenga un presidente ajeno a aliados como los que tiene el actual, alejados de los valores atlánticos y destructivo para los intereses ibéricos”.
