Si le llaman puta, no se ofenda. Solo es una tradición. O, como mucho, una trastada de unos chiquilines con las hormonas revueltas. Sepa, además, que si le da por quejarse, estará sacando la cosa de quicio y demostrará tener muy poco sentido del humor. Y ahora, en serio. Esas frases resumen lo que viene a continuación. Caspa vertida desde el fondo a la derecha para minimizar (cuando no para justificar) a los niñatos machirulos del colegio mayor Eías Ahuja. Abróchense los cinturones.

"La izquierda de "chúpame la minga" y "la azotaría hasta sangrar" se escandaliza por los gritos en un colegio mayor"

Carmelo Jordá (Libertad Digital)

Empezamos en Libertad Digital, donde Carmelo Jordá titula tal que así la crónica sobre los hechos: “La izquierda de "chúpame la minga" y "la azotaría hasta sangrar" se escandaliza por los gritos en un colegio mayor”. ¿Y qué son esos? Un ritual, dice el plumilla en el arranque: “Los alumnos del colegio mayor Elías Ahuja han saltado este jueves a la fama al viralizarse en redes sociales y medios de comunicación una especie de ritual en el que se cruzaban gritos con las alumnas femeninas de un centro cercano, el Santa Mónica, ubicado frente al suyo”. Naá, cosas de críos.

También en el chiringo de Jiménez Losantos, Luis Herrero junior se curra un tirabuzón de Madrid a Teherán. Con los ayatolás no os atrevéis, nos viene a decir: “Sabemos, por ejemplo, que lo más probable es que un colegio mayor repleto de veinteañeros casi vírgenes sea un nido de machistas. A esos se les puede, no, se les debe atizar en Twitter cuanto antes. No sabemos, o no podemos saber a ciencia cierta, si la pulsión que mueve a los ayatolás a colocarle un velo a sus mujeres, a asesinarlas si no lo llevan correctamente y a encarcelar a las que reaccionan contra semejante abuso es fruto del machismo o un rasgo cultural complejo que hay que comprender o por lo menos contextualizar”.

"¿Qué está pasando? Pues que una vez más se ha aplicado el doble rasero de la izquierda"

Luis Ventoso (El Debate)

¿Más comparaciones para quitar hierro al asunto? Aquí tienen la del subdirector de El Debate, Luis Ventoso, con excusatio non petita incluida: “¿Qué está pasando? Pues que una vez más se ha aplicado el doble rasero de la izquierda. Seamos francos, cada día hay dos o tres violaciones, algunas a chicas menores, protagonizadas por jóvenes inmigrantes extranjeros. ¿Qué hacen ante esos casos los que ahora crucifican a los alumnos del colegio mayor?”.

"Tampoco hay duda de que el que sea un colegio ‘de pijos’, religioso ayuda en la cacería"

Albert Pérez Giménez (Vozpópuli)

Lo de Vozpópuli también es para nota. De entrada, en su portada digital nos presenta así las imágenes que recogen la reacción desde el colegio mayor femenino: “El vídeo de las chicas 'ofendidas' por el Colegio Mayor Elías Ahuja que demuestra que es una tradición”. ¿Demuestra? ¿En serio? Pues sí. Y como complemento, un encendido texto de Alberto Pérez Giménez bajo este titular: “¡Fusilad a los pijos machistas del Colegio Mayor Ahuja!”. La tesis es que se meten con ellos porque son de familia pudiente: “Nadie duda que varias decenas de universitarios recién llegados de provincias y liberados de la tutela paterna al colegio mayor son capaces de las mayores gamberradas, con poco gusto y especial exhibición de decibelios y palabras malsonantes. Pero tampoco hay duda de que el que sea un colegio ‘de pijos’, religioso y que, para más inri, albergó a un Pablo Casado pasado de hormonas, ayuda en la cacería”. Pobrecitos.

El Mundo se pone moralista en su editorial titulado “Colegio Ahuja: debate en sus términos justos”. ¿Y cuáles son esos justos términos? Ya pueden imaginar. Que la cosa fue una tontería pero que la izquierda se pasa tres pueblos: “Pero este debate público debe situarse en sus términos justos, porque la izquierda identitaria está pretendiendo hacer de la anécdota categoría y ha utilizado este suceso para reafirmar sus discursos doctrinarios. Ni los insultos de estos jóvenes los convierten en una manada en potencia ni son síntoma de un machismo omnipresente”. No, qué va.

Y llega la justificación definitiva. Para qué tanto barullo si a las destinatarias de las babosadas les va la marcha. Así lo pregunta el director de ABC, Julián Quirós, enseñando la patita: “Por lo visto, a las únicas que les ha resbalado el asunto es a las chicas aludidas, pero quiénes son ellas para opinar nada”.

"Las mujeres ya no somos dueñas ni de decidir qué es lo que nos resulta ofensivo, porque el colectivo de hermanas lo decide por nosotras"

Guadalupe Sánchez (The Objective)

Guadalupe Sánchez aporta en The Objective una versión corregida y aumentada de lo anterior: “Da igual que ellas los hayan apoyado y hayan manifestado no haberse sentido en absoluto ofendidas. Su opinión no importa porque son pijas o cayetanas. Después de todo, parece que esto del «Sólo sí es sí» no consistía en poner en el centro la voluntad de la víctima, sino la del feminismo identitario. Las mujeres ya no somos dueñas ni de decidir qué es lo que nos resulta ofensivo, porque el colectivo de hermanas lo decide por nosotras”. La pieza se titula “Linchadores con perspectiva de género”. No les digo más.