Se juegan mucho las 519.262 personas que están llamadas a votar el próximo 28 de mayo a los 272 municipios y 245 concejos navarros, además del Parlamento foral. Hablo del ámbito local, el que está más cerca que nunca de las necesidades de la gente. Unas elecciones municipales y concejiles donde nuestras ciudades y pueblos encaran diferentes desafíos ante este nuevo ciclo que nos toca vivir. Ciudades que tienen el doble reto de mitigar los efectos del cambio climático (cambios en movilidad, fomento de transporte público, zonas de bajas emisiones, control de residuos...) y que van a tener que transformarse cada vez más para adaptarse precisamente a los efectos del calor instalando pérgolas, arbolado, protegiendo a mayores y niños... o que deben prepararse ante la posibilidad de sufrir precipitaciones extremas, inundaciones, contaminación atmosférica o escasez de agua. Entidades y mancomunidades que van a tener que racionar el uso de agua en jardines y piscinas. Localidades que deben garantizar el acceso a la vivienda a sus jóvenes para que puedan emanciparse, colaborando con otras instituciones para sacar adelante la vivienda vacía y movilizando su patrimonio municipal. Municipios que necesitan mantener sus escuelas infantiles, polideportivos, sus servicios de atención domiciliaria para personas dependientes, sus centros culturales para dar vida a sus comunidades... que apuestan por la cohesión social y la convivencia en línea con el tan manido desarrollo sostenible que recoge la Agenda 2030. Pueblos que apoyan su comercio local y sus recursos turísticos y naturales, y presentan sus proyectos para crear comunidades energéticas, que se pelean por mejorar sus carreteras y caminos o por mantener el consultorio. Entidades que necesitan arraigar población, sobre todo en zonas rurales donde cuesta tanto ofrecer servicios de calidad por muchos avances que se hayan dado en materia de cohesión territorial durante este mandato. Pueblos donde no son capaces de sacar adelante una plancha electoral porque falta relevo generacional. Sin ir más lejos, el BON detalla los 82 de los 245 concejos en los que no ha concurrido ninguna lista. En otros 54 ayuntamientos de más de 250 habitantes también conocen quién será su alcalde al presentarse una sola lista. Personalmente me da pena comprobar que hay pueblos desaminados o que sacan una plancha con mucha dificultad, o que repite, mientras que en otras ciudades se presentan todos los partidos políticos y, además, son rellenadas de cualquier manera. Listas del PP, de Vox o incluso del PSN en las que casi no se ve ni un solo apellido navarro.