En estos últimos días se ha publicado el VI Informe sobre la pobreza y la desigualdad social en Navarra elaborado por el Observatorio de la Realidad Social a partir de fuentes estadísticas y registros administrativos que dan al estudio y a sus resultado un rigor científico y veracidad a sus conclusiones.

En dicho estudio se refleja que la pobreza y la desigualdad inciden con distinto grado de intensidad en los siguientes colectivos y zonas de Navarra: en los menores de 16 años, más en mujeres que en hombres; en las personas con nacionalidad extranjera, tres veces más que los nacionales y de nuevo centrado en los menores de 16 años; coincide en las personas perceptoras de la Renta Garantizada: afecta a aquellas personas cuyo umbral económico alcanza los 7.700€: la pobreza severa presenta mayor porcentaje en la zona de la Ribera que en la Montaña; es desigual según municipios (Aranguren con riesgo de pobreza y pobreza severa del 8,7% y 4,1%, frente a Cintruénigo, con 34,2% y 20,5% y Corella con 36,3% y 20,3% respectivamente). El estudio refleja los índices de pobreza y pobreza severa de los municipios navarros. También se reflejan dichos índices referidos a las unidades de barrio de Pamplona. El riesgo de pobreza y de pobreza severa se ceba en los hogares unipersonales con un menor de 16 años.

La pobreza severa y riesgo de pobreza también afecta a las personas jubiladas que perciben pensiones bajas de viudedad, pensiones bajas contributivas, pensiones bajas no contributivas; afecta a personas que viven solas o en pareja con topes económicos, a los que perciben rentas garantizadas, a los niños, a los jóvenes sin empleo, a las familias monoparentales, a las mujeres más que a los hombres, e incluso a personas que, aún teniendo empleo que, por su temporalidad y condiciones, percibe sueldos de miseria.

La tasa de pobreza severa presenta índices bajos para Navarra (5,9%) frente a otras autonomías: Canarias 17,7%, Andalucía 16,4%, Extremadura, Murcia… y el umbral monetario de riesgo de pobreza en Navarra es de 12.573€ frente a otras autonomías con umbrales más bajos. En los umbrales monetarios tanto autonómicos como estatales Navarra ocupa puestos más positivos que el resto de autonomías.

Aplicados estos indicadores a personas tenemos en Navarra aproximadamente 40.000 personas en pobreza severa y 20.000 en riesgo de pobreza: el 14% de la población navarra. ¿No son cifras alarmantes? ¿Incluso trágicas? ¿Recordamos alguna situación tan trágica ocurrida en los últimos 20 años y que afecte a tantas personas?

Estas personas afectadas si tienen vivienda la perderán por no poder mantenerla o no podrán acceder a una ni en alquiler, deberán alquilar habitaciones en pisos compartidos para ubicar a sus familias, deberán reparar y reutilizar la ropa que se les proporcionará en asociaciones de carácter benéfico o que compren en outlets de segunda mano, no podrán adquirir la cesta básica de alimentos para subsistir y dependerán de asociaciones sociales de vecinos, banco de alimentos, parroquias, Cáritas, Cruz Roja, ONGs, no podrán hacer frente a la carestía energética… Y posiblemente, en esta situación de miseria, pasarán hambre… Las situaciones mínimas de ocio, acceso a la cultura, entretenimiento... quedarán fuera de sus posibilidades…

La crisis económica del 2008, la pandemia de 2020 y la actual crisis energética motivada por la guerra de Ucrania se ha cebado en estos colectivos y ha cronificado su pobreza severa y riesgo de pobreza. E incluso ha hecho aumentar en número de afectados

Ustedes, los políticos, representan el poder legítimo, delegado por quienes les han elegido y encomendado para planificar la vida de los ciudadanos. Tienen la capacidad de legislar y priorizar cómo afrontar las necesidades de los ciudadanos. En el presupuesto anual que están en estos momentos concretando y cerrando las aportaciones que los grupos políticos y sociales demandan, hacen una priorización de necesidades. Sería poco comprensible que una situación tan trágica como la que refleja el VI Informe sobre la pobreza y la desigualdad social en Navarra elaborado por el Observatorio de la Realidad Social no fuera tenida en cuenta y no ocupase el lugar preferente en el presupuesto anual. No soy yo quien les tiene que indicar el lugar de actuación preferente que debe ocupar. Para ello están ustedes y sus cualificados asesores, con sus sueldos acordes, para lograr la eficiencia de sus actuaciones y lograr la solución a esas situaciones tan trágicas y que afectan a un número significativos de navarros.

No negaré que el Gobierno de Navarra y su Parlamento, mediante legislación al respecto, no ha hecho nada por superar esta situación de pobreza extrema y riesgo de pobreza: la Renta mínima Vital, la Renta Garantizada, los complementos a las pensiones mínimas de viudedad, pensiones bajas contributivas y no contributivas, las declaraciones de renta menores de 14.000€ exentas de IRPF, la deducción del IRPF a las declaraciones de hasta 35.000€, las ayudas a colectivos precarizados… son claros ejemplos de su actuación, pero no son más que parches ante la ausencia de una reforma fiscal progresiva y justa. Al Gobierno le corresponde no igualar a los ciudadanos, cosa imposible y no lógica, pero sí hacer que la desigualdad entre ellos no sea tan alarmante y trágica. Relacionen la pobreza severa y riesgo de pobreza que afecta a cerca de 60.000 personas en Navarra y los suculentos beneficios que logran la banca y las energéticas… ¿Necesitan más razones para actuar ante situaciones trágicas con soluciones contundentes para evitar la cronificación de la pobreza en los mismos grupos sociales de siempre? Pongan la pobreza severa y la desigualdad en el lugar preferente que les corresponda en el actual presupuesto anual. Y si no son capaces de hacerlo… dejen paso a quienes por tratar estos temas los afrontan todos los días y desde hace muchos años, sean capaces de hacerlo. No hacen falta nombres de entidades. La sociedad y los ciudadanos se lo demandan y les exigirá cuentas y responsabilidades.

Un saludo a todos ustedes.

El autor es representante y portavoz de Navarra-Coespe en defensa de las pensiones públicas