Paradójicamente en la actual situación se está compaginando una fuerte reconstrucción social con una autoexclusión evidente de las patronales. Si el Gobierno y los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, estamos teniendo una mirada de sociedad, las grandes empresas están haciendo de la avaricia su forma de actuar en un momento delicado socialmente. 

El aumento del SMI fue un acuerdo de relevancia social que trata de combatir la existencia de la figura del “trabajador pobre” que es aquella persona que a pesar de tener trabajo no puede salir de la pobreza. Las subidas del SMI se han hecho de forma paulatina, asumible y sobre todo con la mirada puesta en evitar la precariedad salarial también en las categorías profesionales medias. 

La reforma de las pensiones respondió a esa misma lógica. Se trató de mejorar las pensiones más bajas, ajustando las subidas al IPC, se ha asegurado los ingresos del sistema destopando las cotizaciones más altas y se han puesto en marcha medidas para luchar contra la brecha de género. Esta reforma del sistema de pensiones no fue solo un acuerdo para los pensionistas de hoy, este nuevo sistema apunta al mañana, a la sostenibilidad y la equidad. Hoy nuestro sistema de pensiones es más justo y viable.

El diálogo social, el que practicamos de forma responsable y comprometida socialmente los sindicatos CCOO y UGT con el Gobierno de España, está siendo motor de cambio y de avances sociales. Frente a la autoexclusión de los grandes acuerdos de país practicada por las patronales, las organizaciones sindicales preferimos mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora. 

Hoy el enorme incremento de precios y de hipotecas lastra buena parte de la recuperación. Tal y como ha concluido un estudio de nuestro propio Gabinete de Estudios, el 83% de la inflación es generada por los beneficios empresariales. Ese mismo estudio calculaba que las energéticas españolas han disparado sus márgenes un 60,4% y los bancos, un 25,7%, por encima del aumento medio en la eurozona.

Por eso necesitamos medidas contundentes para bajar el precio de la electricidad, las hipotecas, el gas o los alimentos. Ello no lo podemos dejar solo en manos de la generosidad de las grandes empresas. De ahí que subir salarios sea también una medida necesaria en estos tiempos de ganancias empresariales disparadas, porque esa cultura de la acumulación empobrece la sociedad y lastra la economía. 

CCOO, en este sentido, ha propuesto doce medidas para una Navarra social y próspera. Necesitamos repartir la riqueza, fijar una fiscalidad que ayude a que las mayorías sociales vivan mejor y a impulsar una economía fuerte y con contratos laborales de calidad. 

En este 1 de Mayo, es momento de seguir poniendo los cimientos de una Navarra que acorte distancia social entre las rentas altas y las bajas, asegure un futuro en el que nadie se queda atrás y sea capaz de fortalecer la calidad de los servicios públicos. 

Vivimos en una tierra puntera social y económicamente, con bajos índices de paro pero, desgraciadamente, eso se compatibiliza todavía con altas tasas de precariedad. Creemos que para afrontar ese escenario, la creación de espacios de acuerdo con agentes sociales es una herramienta esencial. Impulsar la cogobernanza y participación real entre administración y agentes sociales en todos aquellos asuntos que tienen que ver con el futuro del empleo, la ocupación, los sectores productivos, las inversiones, las transiciones digital y verde forma parte de una política que trata de conectar con los intereses de las personas y sus organizaciones, a las que van dirigidas las medidas que se aprueban. 

El diálogo social forma parte del andamiaje institucional y democrático de nuestro país. Supone un contrapeso ante los diferentes poderes, y dota de legitimidad y precisión técnica a muchos de los decretos y decisiones legislativas que toman los gobiernos. En esos foros la voz de los trabajadores y trabajadoras se ve representada por los sindicatos. 

En ese camino, CCOO está preparada para la movilización, porque siempre han sido esas nuestras banderas. Si seguimos encontrando al otro lado de la mesa propuestas raquíticas que mercadean con nuestro futuro mientras que los de arriba acumulan cada vez más riqueza, nos seguirán teniendo en la calle.

*El autor es secretario general de CCOO en Navarra