Budapest 2019. El Olympique de Lyon se alzaba con su sexta corona al golear en la final de la Liga de Campeones femenina a un inexperto Barcelona (4-1), que debutaba en una final internacional. Lo que muchos catalogarían como ‘fracaso’ por perder la primera final, en la entidad azulgrana se calificó como un reto y una oportunidad. Desde el seno de la entidad, se dieron cuenta de que podrían volver a llegar a jugar otra final, pero que sino se producía un cambio, el club estaba lejos de ganarla.
En 2015 la sección se profesionalizó y fueron paso a paso, a la vanguardia de las referencias en el fútbol europeo, que siempre fueron el Lyon y el Wolfsburgo. Es por ello que, a raíz de la derrota de 2019, el club cambió la mentalidad de los entrenamientos, aumentó el staff del cuerpo técnico, haciéndolo más completo y que tuviera similitudes al del primer equipo masculino. El resultado no tardó en llegar y en 2021, con prácticamente el mismo bloque, se logró ganar la Champions. Esa hazaña abrió la puerta al resto de clubes a tratar de profesionalizar sus secciones de fútbol femenino. El Barça es el equipo que más barreras sociales ha roto, pero sin las jugadoras y entrenadoras que pasaron antes por el club aportaron su granito de arena. Y ahí entran en escena las navarras Natalia Astráin, y las hermanas Elba y Marta Unzué.
En 2002, Astráin cogió las riendas del equipo, siendo entrenadora durante cuatro temporadas. Con la navarra a los mandos, el Barcelona se proclamó en dos ocasiones (2002/2003 y 2003/2004) campeón de Segunda División, logrando el ascenso a la máxima categoría en el segundo campeonato. En su debut en Primera División, que por aquel entonces se denominaba ‘Superliga’, Astráin dejó al Barcelona en octava posición, finalizando en noveno lugar su último año como azulgrana, donde, además, alcanzó los cuartos de final de Copa de la Reina.
En el mismo verano en el que Natalia Astráin dejó la entidad azulgrana llegaron a la Masía las hermanas Unzué, Marta y Elba, procedentes de Osasuna. Nacidas en Berriozar, las gemelas afrontaron su primera aventura lejos de Navarra.
Marta, que ocupa la posición de defensa, estuvo doce temporadas defendiendo la camiseta azulgrana, llegando a portar el brazalete de capitana, aunque perteneció a la entidad un curso más, pero jugó cedida en el Athletic. Por su parte, Elba, delantera, tan solo estuvo cinco años defendiendo al Barcelona. Juntas, ambas hermanas consiguieron levantar la Copa de la Reina en la temporada 2010-2011.
Después, Marta consiguió ganar la liga en cuatro ocasiones (2011-2012, 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015), así como otras cuatro Copas (2012-2013, 2013-2014, 2016-2017 y 2017-2018). Además, Marta disputó cinco ediciones de la Liga de Campeones femenina, desde el debut del club en la competición en la temporada 2012-2013, llegando a semifinales en el curso 2016-2017, la cota más alta por aquel entonces de la entidad catalana.
