Sí, ya sabemos que es uno de esos pensamientos moralmente reprochables, pero todo aficionado es humano y no es que se alegre de la desgracia ajena, pero sí que le da gozo que su equipo esté tan lejos de las angustias. Nos referimos, claro está, a la posición de privilegio de Osasuna, con 9 puntos que hoy se pueden convertir en 10 o en 12, frente al pobre Cádiz (0 puntos); el Elche, que no está mucho mejor (1); y hasta cinco equipos con solo 4 puntos, que tardarán unas cuantas jornadas en llegar a 9. Eso de mirar hacia abajo es, por supuesto, un hábito difícil de erradicar en el osasunismo, aunque la lógica –y la buena plantilla– diga que ésta es una temporada para mirar hacia arriba. Años y años en el barro tienen la culpa de que a algunos nos cueste cambiar el chip y entender, por ejemplo, que la victoria del Getafe ante la Real Sociedad beneficia a Osasuna. Cuestión de entender mejor quiénes serán rivales más directos.