A El Sadar, que ayer registró su segunda mejor entrada de la temporada con 20.902 espectadores, no le gustó un pelo el arbitraje de Javier Alberola Rojas, colegiado del Comité castellano-manchego al que la afición de Osasuna despidió con una monumental pitada. La realidad dicta que no tuvo una influencia directa en el resultado de un encuentro que ganó el Atlético de Madrid por la mínima merced a un tanto de Saúl (0-1), pero también resulta cierto que un buen puñado de sus decisiones no gustaron nada a la grada, ni tampoco a los jugadores y al cuerpo técnico del conjunto navarro.

Uno de los principales motivos de que a Alberola Rojas le despidiera El Sadar con música de viento residió en su postrera decisión de añadir únicamente tres minutos después del noventa, cuando ya solo con los cambios que hicieron ambos entrenadores se perdió algo más de tiempo. Tanto Arrasate como Simeone agotaron sus cinco sustituciones (eso sí, en cuatro ventanas y no en seis, teniendo en cuenta que el argentino introdujo además una variante en el descanso), a lo que hay que añadir que cuando Koke fue el sustituido, ya con el Atlético por delante en el marcador, su salida del campo se dilató más de la cuenta al acercarse hasta el portero Oblak para traspasarle el brazalete de capitán. Y eso sin olvidar que el guardameta esloveno se lo tomó con calma en cada saque tras el gol de Saúl.

A la afición de Osasuna tampoco le gustó que la única cartulina amarilla que ayer mostró Alberola Rojas fuera para Darko, no tanto por considerar que su entrada a Morata no era merecedora de semejante castigo, sino más bien porque el árbitro había pasado por alto en la acción previa un agarrón a Lucas Torró tras el que Osasuna perdió el balón y se produjo la amonestación al serbio.

Y otra de las cuestiones que propiciaron la pitada a Alberola Rojas, recientemente reincorporado al arbitraje tras superar unos problemas cardiovasculares que le obligaron a pasar por el quirófano en dos ocasiones, tuvo que ver con una jugada en la que Reinildo arrolló a Moi Gómez cuando el alicantino estaba a punto de atreverse con un lanzamiento desde la frontal del área defendida por el Atlético. Si bien es cierto que el defensor mozambiqueño tocó el balón, también lo es que se llevó por delante al jugador de Osasuna. No entendió el colegiado como falta una acción que encendió a la grada justo antes de que Diego Moreno estuviera a punto de sorprender a Oblak con un disparo con su pierna izquierda que se envenenó al impactar en un futbolista del cuadro colchonero.

El Post-it

Sorteo confuso. A los capitanes de Osasuna y Atlético de Madrid, David García y Koke Resurrección, respectivamente, no les debió de quedar muy claro el resultado del sorteo para decidir en que campo iba a empezar el partido cada uno de los dos equipos, motivo por el que se demoró el inicio del encuentro unos segundos hasta que Alberola Rojas resolvió las dudas.

Protesta del banquillo. A Jagoba Arrasate no le gustó la escasez del descuento y se lo hizo saber al cuarto árbitro.