Carlo Ancelotti, cara y cruz en El Sadar. El técnico del Real Madrid mostró su lado más amable con Jagoba Arrasate al inicio del partido del pasado sábado en el estadio pamplonés. Haciendo gestos con el dedo, le espetó: "Vamos a jugar la final de Copa", a lo que el entrenador rojillo respondió con sonrisas y dándole un abrazo.

La otra cara de la moneda la mostró el italiano cuando en un momento del partido, presuntamente en respuesta a los improperios de un aficionado osasunista, se dio la vuelta e hizo gestos a la grada mandándole a casa. "Vete a casa, vete a casa", le indicó, para concluir con un distinguible e injustificable "cabrón".