Hace unos días, Pedro Mari Zabalza, el hombre récord de partidos como técnico rojillo (340), bromeaba sobre la posibilidad de que Jagoba Arrasate lograra arrebatarle la primera plaza en ese escalafón y, restando importancia al mantenimiento del liderazgo, decía con sorna: “Estas cosas nos vienen bien porque se acuerdan de nosotros”.

La final de Copa frente al Real Madrid fue el partido 208 del actual técnico rojillo al frente del equipo –cinco encuentros de Liga más quedan–. Arrasate, 45 años, tiene contrato con Osasuna hasta junio de 2024, con lo que unas cuantas apariciones más tiene aseguradas en el banquillo –en Liga hay 38 partidos, pero el número de encuentros puede aumentar en función de lo que dé el asunto en otras competiciones–. El 1 de febrero, el director deportivo de Osasuna, Braulio Vázquez, sorprendió a todos cuando dijo que hay una decidida perspectiva de futuro con este entrenador. “Tengo experiencia con entrenadores que tenían ofertas y no veo a Jagoba con intención de irse a ningún lado. No es una percepción, es una información, él quiere batir el récord”, anunció entonces. Esta percepción todavía parece más clara.

30

El impresionante recibimiento a Osasuna en el Ayuntamiento de Pamplona Patxi Cascante

La gran participación en la Copa y la buena marcha en la Liga no hacen sino certificar que Osasuna va por el buen camino con el equipo de técnicos y que la continuidad de este grupo es sin duda lo más apropiado. Braulio tiene contrato con Osasuna hasta 2026 y la conexión y entendimiento con Arrasate es evidente. Con más de un año de contrato aún por delante, con las sensaciones de la Copa grabadas a fuego, no hay planteamiento alguno sobre la extensión todavía más del contrato del entrenador, pero sí que es un asunto que se va a tratar con la naturalidad que ha regido estas relaciones. Tampoco Sabalza y su junta no tienen mejores rectores deportivos para seguir adelante y el crecimiento del proyecto va por esta línea.

“Me queda un año más de contrato, sería el sexto, que es una barbaridad”, comentó ayer Jagoba Arrasate sobre este asunto en la recepción del Ayuntamiento. “No es importante lo que refleje un papel. Son importantes los sentimientos y las emociones y yo estoy orgulloso de ser de esta familia y más si cabe ser el entrenador de estos jugadores”.

La imagen de Arrasate llorando al término del partido en el saludo que hubo entre equipo y afición no puede enseñar más en cuanto a la conexión, al chispazo que se ha producido entre los protagonistas importantes de Osasuna. El triunfo de la naturalidad en lo que se piensa y lo que se dice. La naturalidad de llorar delante de la afición. Lo que miraban los jugadores del Real Madrid mientras esperaban la copa. Secundarios ante la gloria que se veía enfrente.

93

Fotos de la final de Copa del Rey entre Real Madrid y Osasuna Oskar Montero / Javier Bergasa