El entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, acudió ayer a Lumbier acompañado de los jugadores Aimar Oroz e Iker Muñoz para participar en una charla coloquio enmarcada en los actos de celebración del centenario del CD Ilumberri. La visita del técnico osasunista y de los futbolistas despertó el interés de la localidad, como el pasado 31 de marzo, en la velada de apertura protagonizada por los exjugadores de Osasuna Juan Carlos Unzué, Jon Andoni Goikoetxea y Pedro Arozarena. Como aquel día, directiva y categorías inferiores del Ilumberri ocuparon las primeras filas de un cine abarrotado con el club al completo, vecinas y vecinos de la localidad atraídos por la figura del técnico rojillo.
Que a Jagoba Arrasate se le quiere está más que demostrado y en Lumbier se puso de manifiesto; también que él se deja querer. Contar con él y con los futbolistas fue un lujo para el club en una tarde de recorrido por sus trayectorias, vivencias, valores deportivos y sentimientos de los últimos días tras la final de la Copa del Rey.
En Lumbier, Arrasate dijo sentir una vuelta a sus orígenes de jugador en el club modesto de su Berriatua natal. Y que en Osasuna se siente identificado desde el primer día. “Está hecho para mí. Es muy difícil ser feliz en el fútbol profesional y yo aquí lo soy. También mi familia es feliz en Pamplona”, declaró. Del mismo modo, los centrocampistas Aimar Oroz e Iker Muñoz se declararon felices, “disfrutando del fútbol y de este año tan bonito que hemos tenido” (Aimar), e “intentando dar el salto al primer equipo con la ayuda de los canteranos, que siempre están ahí, para seguir creciendo y mejorar cada día”(Iker).
La importancia de César Palacios en la vida de Arrasate, “puede ser un gran director técnico”, señaló; las ventajas y desventajas de los campos de hierba artificial, “mejor dotados, pero en los que se pierde la esencia de la agresividad del juego en hierba”, la evolucióndel fútbol femenino, el momento dulce que vive en Navarra, fue destacado por los tres protagonistas.
La charla transcurrió de las lágrimas de tristeza por no poder entregar la Copa a la afición en Sevilla, a la ilusión de volver a El Sadar en el partido clave de este sábado contra el Almería. Arrasate visualizó el triunfo y un final ilusionante de Liga. No obstante, dejó dicho que “una victoria o una derrota no altere el camino. En eso Osasuna está trabajando bien”, para introducir el mundo de valores, de gestos y detalles que prima en el club, como educador y entrenador que es. En ese espejo se miran los jóvenes jugadores. “Tenemos un grupo humano humilde y normal y es de agradecer”, señaló Oroz. Por su parte, Muñoz hizo hincapié en que “antes que futbolistas, somos personas”.
Llevar a Osasuna lo más lejos posible”, después de haber estado tan cerca de lograr el sueño, está entre los objetivos de Arrasate, y hacer feliz a la gente, que también son para Aimar e Iker. Mejorar a nivel individual y colectivo trabajar y confiar, en uno mismo y en el entrenador, lograr un equilibrio mental y que el equipo esté fresco para creer que se puede ganar cuando se salta al terreno de juego.
Arrasate cerró el acto en Lumbier con un bertso:
