El carril bici bidireccional que rodeará el campus de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) está a punto de caramelo. “Está muy avanzado y toda la obra civil ya está hecha. Después de San Fermín, los trabajadores empezaron a pintar y lo único que falta es colocar los separadores y las barreras de protección. La idea es que las obras finalicen a lo largo del mes de agosto”, adelantó el concejal de Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad, Fermín Alonso, que no se aventuró a dar una fecha más exacta. 

El carril bici, de 1,7 kilómetros de longitud, arranca en la rotonda ubicada entre la avenida de Cataluña y la calle Tajonar, que conecta los barrios de la Milagrosa y el Soto Lezkairu. El vial, de tres metros de ancho más la banda de protección, desciende por la calle Tajonar hasta El Sario por el margen izquierda de la calzada.

A la altura del aparcamiento del Rectorado, se ha creado un paso peatonal y ciclista –pintado de rojo– para mejorar los accesos a la UPNA. Para mejorar la seguridad de los usuarios, también se ha pintado de rojo el paso de cebra en la intersección con la calle Arrosadía, donde el bloque de edificios enfrente de la residencia universitaria Los Abedules. 

Al llegar a la rotonda de El Sario y la UNED, el carril bici gira a la derecha y se adentra en la calle del Sadar por el paso peatonal y ciclista que se ha creado ad hoc. En este tramo, el carril bici se estrecha –tiene una dimensión de 2,50 metros más la banda de protección–, transcurre por el margen derecho dirección el campo de fútbol y se ha diseñado sobre la banda de aparcamiento en línea.

Una parada de 25 metros

En esa misma calle, se ha creado un nuevo paso ciclista a la altura del Navarra Arena, se han pintado de rojo las salidas de los parkings ubicados en los aledaños del campo y en las rotondas se ha reducido la anchura de la carretera. 

Además, se han construido cinco paradas avanzadas para las villavesas –plataformas que se sitúan en el carril derecho de la calzada, como las de la avenida del Ejército o Bayona– en paradas que ya existían y en las que se habilitan en días de partido de fútbol o conciertos. “De esta manera, son accesibles para todos los ciudadanos”, defiende Alonso. En estos cinco puntos, los vehículos a motor solo disponen de un único carril. 

Cuando se alcanza la tercera rotonda, el carril bici gira a la derecha y pone rumbo la avenida Cataluña. Como en la calle El Sadar, la vía discurre por el margen derecho en sentido norte, tiene una anchura de dos metros y medio y se ha construido sobre la banda de aparcamiento en línea. También se ha generado “una gran parada” de 25 metros de longitud para transporte urbano comarcal que se activará cuando se celebren grandes eventos en el Estadio del Sadar y en el Navarra Arena. 

Conexiones ciclistas

La circunvalación finaliza en la rotonda del parking principal de la UPNA y conecta con el carril bici de la calle Pablo Antoñana, que, a su vez, enlaza con el trazado ciclista de la Universidad de Navarra, que atraviesa todo el campus. También se puede llegar a la UN por el Parque Orfeón porque las bicicletas pueden transitar por parques aunque no exista carril bici. Por otro lado, el inicio del carril conecta con el vial de la avenida Cataluña, que asciende por la calle Valle de Egües hasta El Seminario y termina en el Parque de La Media Luna.