Sarriguren se hace grande. Tanto que incluso ha estrenado nuevos gigantes y una comparsa txiki con muchas ganas de debutar. La iniciativa viene a responder una demanda de un buen puñado de vecinos y vecinas que llevaban tiempo queriendo que sus pequeños formaran así parte de la cultura, la tradición y las fiestas del municipio y ahora, por fin, se ha hecho realidad. Hace ya siete años que se creó la Comparsa de Gigantes del Valle de Egüés, que viene desde entonces amenizando las fiestas y citas especiales, y de ellos y ellas partió la idea de contar con una pequeña cantera que, a futuro, permita ese relevo tan necesario en las agrupaciones. 

“Muchos vecinos preguntaban si existía posibilidad de crear una asociación, en otros sitios hay. La propia comparsa lo valoró, hicieron un llamamiento, acudimos a reuniones y formamos un grupo de voluntarios para llevarla a cabo”, cuenta Julio Garbayo, presidente de la recién creada entidad. Explica que ya antes había algunos txikis que tenían sus propios gigantes, elaborados por los padres y madres, “pero se tenían que turnar para bailarlos. Los compartían, y estuvimos pensando en hacer unos de manera más profesional, formalizarlo también para que crear esa pequeña cantera que sirva de paso intermedio a la comparsa grande. De relevo generacional”, valora.

Conforman la asociación 30 familias y son también unos 30 txikis los que están en la comparsa. “Hay lista de espera, la verdad es que había mucho interés. En Sarriguren hay mucha gente joven y muchos quieren apuntar a sus hijos, la verdad es que la convocatoria fue un éxito. Por lo menos hay diez familias que quieren entrar además de las que ya están apuntadas, intentaremos hacer algo para dar cabida a todo el mundo. Igual tenemos que hacer dos grupos, ensayar en diferentes horarios... De momento está por ver”, relata.

'Udaberri' y 'Negu', en pleno baile. Oskar Montero

Los txikis, de entre 6 y 13 años, ensayan en la Sala Errizar que les cede el Ayuntamiento. Javi y Estitxu, de la comparsa, se ofrecieron a elaborar los nuevos gigantes, que han bautizado con los nombres de Udaberri y Negu (primavera e invierno). “Se hizo una votación para elegir si los nombres iban a ser en castellano o euskera, y salió el euskera. La idea, también, es hacer figuras sin un género concreto. Ahora estamos trabajando en los dos siguientes, queremos completar las cuatro estaciones”, avanza Garbayo. Todo lo deciden en asamblea: “Puede que organicemos un taller y los creemos nosotros mismos”. 

Explica que la presentación este sábado en el marco del Sarriguren Eguna fue “emocionante, hubo mucha asistencia y fue muy bonito. Se destaparon los gigantes, los txikis pudieron bailarlos y fueron en kalejira hasta el ayuntamiento”. Agradece la organización de la cita a la asociación cultural Malkaitz y asume que la creación de estos nuevos gigantes no habría sido posible sin la colaboración vecinal. “Los gastos han corrido a cargo de los padres y madres y hemos contado con una aportación de la ya extinta Zumaldi elkartea, a la que estamos muy agradecidos. Ahora lo importante es seguir hacia adelante, tenemos ganas de hacer muchas cosas”, confiesa.