Urko Jalle se compró su primer termómetro con 12 años para saber la temperatura en Candanchú cuando iba a esquiar. Con siete años, David De Andrés colgaba hojas de periódico en un tendedero para saber en qué dirección soplaba el viento y miraba las predicciones en el teletexto. Estos dos apasionados de la meteorología se conocieron por Internet en 2010, informan del tiempo en Navarra en Twitter –entre las dos cuentas suman 10.000 seguidores– y realizan “gaupasas meteorológicas” cuando un episodio de fuertes nevadas azota Pamplona

El idilio de Urko, 27 años, con la meteorología se remonta a 2007, cuando se compró un termómetro que colocó en el balcón del apartamento de Candanchú. “Quería saber cuántos grados había a la mañana para ponerme más o menos ropa para esquiar”, recuerda Urko, que con tan solo 12 años se percató de que el balcón, que estaba a resguardo, no era el lugar más idóneo para medir la temperatura. “Marcaba temperaturas más altas que las reales y lo puse en la calle donde estaba el apartamento”, relata. Poco a poco, le empezaron a interesar otros fenómenos: “Cuando esquiaba, también quería saber cuándo iba a nevar, a hacer ventisca, niebla… Empecé a seguir las predicciones meteorológicas, y comencé a leer y a formarme en foros”, incide.

Con siete años, David colgaba hojas de periódico en un tendedero para saber en qué dirección soplaba el viento. “En función de a qué lado se movían, ya sabía si era del sur o del norte y con eso ya era feliz. También miraba previsiones del tiempo en el teletexto. Además, me di cuenta de que me gustaba el mal tiempo, las tormentas, las nevadas, los vientos fuertes y las lluvias intensas”, comenta. David empezó a interesarse por estos fenómenos y se formó leyendo en foros y estudiando modelos meteorológicos.

Twitteros

Urko y David realizan previsiones meteorológicas en sus respectivas cuentas de Twitter: @Navarrameteo y @Noainmeteo. En 2015, Urko comenzó a realizar previsiones meteorológicas en su cuenta de Twitter. “Cuando había una semana de lluvias intensas o un episodio de nevadas, realizaba un seguimiento de esos fenómenos, ponía los litros que habían precipitado o subía una foto con la mítica regla para medir cuantos centímetros habían cuajado”, explica. 

A raíz de las nevadas de febrero de 2015, la cuenta de Urko empezó a ganar seguidores sin parar, hasta alcanzar los 6.776 actuales. “Me veía a mi mismo como una especie de ultrafriki, casi me daba vergüenza hablar de meteorología en mi casa porque mis padres iban a flipar y de repente las cosas que publicaba en Twitter empezaron a interesar a la gente”, afirma Urko, que empezó a publicar previsiones más allá de fenómenos extremos.

Urko, en la estación meteorológica de Labrit. Javier Bergasa

David se adentró en el mundo de Twitter en 2017. “Publico previsiones todos los días en un hilo. Adjunto mapas con un lenguaje sencillo para que la gente las entienda ”, afirma. 

Sus precisas predicciones les convirtieron en meteorólogos de DIARIO DE NOTICIAS desde noviembre de 2018 hasta agosto de 2022. “Hacíamos tres previsiones por semana que abarcaban lunes y martes, miércoles y jueves y viernes, sábado y domingo”, explica David. 

Los temporales de nieve, confiesan ambos, son “una locura”. Los días previos al temporal son “de muchos nervios” y realizan debates meteorológicos en los que intercambian impresiones. “Lo bonito es que no se sepa qué va a pasar y que haya discusión”, indica Urko. 

En plena nevada, los meteorólogos están en su salsa. “He llegado a estar toda la noche sin dormir, una gaupasa meteorológica, por ver nevar. De hecho, he intentado acostarme y decir ‘voy a dormirme un rato y ya me levantaré’ y ser incapaz. No puedo porque tengo que estar en la ventana mirando”, confiesa David. 

Urko también ha realizado gaupasas meteorológicas: “En las nevadas de 2013 y 2014, dejaba en la persiana una rendijilla de luz que entraba de las farolas y me dormía como los búhos, que tienen un ojo abierto y otro cerrado. Estaba alerta y cuando entraba un chubasco de nieve me alteraba y me despertaba. No sé si era porque cambiaba la luz del cuarto por qué, pero me despertaba y me asomaba a ver cómo caían los copos”.

Ambos meteorólogos contemplan las nevadas desde el balcón y sobre el terreno: “Hacemos nuestras cazas meteo y vamos a Roncesvalles a grabar la nevada. Cuando vienen tormentas, nos subimos a los montes a subir fotos y vídeos”, describen.

La estación meteorológica de Labrit. Javier Bergasa

23 estaciones

Urko, junto con su compañero Nicolás Puig, han colocado 23 estaciones meteorológicas en Navarra, la primera en la casa de David en Ezcároz, valle de Salazar. “Fue un regalo de reyes porque David es nuestro padrino meteorológico”, halaga Urko. 

17 de esas 23 estaciones las colocaron en el Pirineo porque “nos interesaba meteorológicamente más y porque en muchos pueblos –Uztarroz en el valle de Roncal o Izalzu en el valle de Salazar– nunca habían tenido una estación”, explica Urko.