La familia de joyeros Zuluaga, creadores de la marca Eguzkilore, ha entregado a la Sociedad de Ciencias Aranzadi una donación de 2.200 euros destinados a la investigación arqueológica y científica de la Mano de Irulegi. Es una parte de las ventas navideñas de las joyas inspiradas en esta pieza que han realizado en sus establecimientos de Bizkaia (Bilbao, Amorebieta, Galdakao), Donostia, Vitoria, Pamplona, y su tienda online. 

El cheque entregado al director del yacimiento de Irulegi, Mattin Aiestaran, es el inicio de una colaboración con la que los Zuluaga pretenden aportar su contribución “para seguir avanzando en el estudio de esta pieza fascinante, así como de los nuevos descubrimientos que se realicen”, en palabras de Igotz Zuluaga, gerente de Eguzkilore. 

La colaboración se concreta en que cada joya que replica la famosa mano conlleva una aportación económica de 4€ a Aranzadi para proseguir su proyecto de investigación en el yacimiento. Para Igotz esta colaboración es como cerrar el círculo: “Con el descubrimiento nos han legado un símbolo que ya es de todos, lo que merece el más amplio apoyo; como joyeros es un orgullo que la gente luzca estas piezas, a la vez que se hace una aportación económica”.

Todo se ha llevado a cabo de forma muy rápida. Nada más presentarse la Mano de Irulegi, el 14 de noviembre, los Zuluaga no solo se asombraron con la dimensión de la noticia, sino que tomaron la iniciativa, empezando a concebir el diseño de unos colgantes. Tuvieron claro desde el inicio que querían ir de la mano de Aranzadi, por lo que contactaron para explorar vías de colaboración. Aportaron su experiencia con otras iniciativas que unen sus colecciones de joyería con el apoyo económico a proyectos y causas, como la colección Morea, que cada año destina parte de las ventas a una entidad que trabaja por la igualdad de género.

En apenas unas semanas, se concretaba la forma de colaboración y las piezas a comercializar, que finalmente son colgantes, en tres tamaños y tres acabados, y un modelo de llavero. Todas las piezas se acompañan de una breve leyenda y un código QR que dirige a la web de Aranzadi, donde se presenta la Mano de Irulegi y las entidades colaboradoras. A tiempo para la campaña de Navidad. 

Igotz Zuluaga, gerente de Eguzkilore, y el director del yacimiento de Irulegi, Mattin Aiestaran, revisan joyas de la Mano de Irulegi.

A principios de diciembre se lanzaron las joyas de la Mano de Irulegi, que en muy poco tiempo han tenido muy buena acogida. Hasta el 31 de diciembre se vendieron 550 piezas en sus establecimientos ubicados en toda Euskal Herria, incluyendo Navarra. La acogida ha sido similar en los distintos territorios, y también ha llegado a otras comunidades a través de la tienda online.

De cara a las previsiones de este año, los Zuluaga son optimistas. Aunque indican que no es fácil que se produzcan tantas ventas en tan poco tiempo, creen que la Mano de Irulegi va camino de convertirse en un símbolo similar al eguzkilore o al lauburu, que tienen una demanda continuada. Además, tienen previsto a lo largo del año lanzar una nueva colección de joyas inspiradas en la mano, con más cantidad de piezas y diseños más sofisticados, incluyendo materiales nobles y piedras semipreciosas. Esta nueva colección tendrá también el mismo planteamiento de contribuir al proyecto de investigación de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, por lo que las expectativas es poder donar un importe mayor por las ventas que obtengan este año. “Nos ilusiona superarnos y poder entregar un buen cheque”, comenta Igotz; “también queremos animar a empresas y personas a que brinden su apoyo a través de las diferentes fórmulas que ofrece la entidad”. 

Lo que se pretende también es que la gente lleve con orgullo las joyas, que aumente la popularidad de la mano y promocionar la simbología propia, que es lo que motivó en su día a los Zuluaga a crear el concepto de la joyería Eguzkilore.

Con más de cincuenta años de trayectoria en el sector, esta saga de joyeros vizcaínos combina su actividad al frente de Eguzkilore con la actividad del taller artesano de sus orígenes.