Luis Sánchez Labat tiene un hambre feroz y lo sigue demostrando en cada una de sus andanadas dentro del trinkete. El pelotari de Esteribar, nacido en 1997, derrumbó este domingo una nueva frontera en la modalidad: ganó la txapela del Campeonato de Francia Elite Pro, el mano a mano más importante de la campaña. El navarro ya tocó el cielo el 8 de enero al proclamarse campeón del Superprestige de Donibane Garazi. Entonces derrotó a Peio Larralde, uno de los capos de la especialidad, en una final muy dura (40-37). “En Iparralde nadie regala nada y puede servir para que en Hegoalde se den cuenta de que en el trinkete hay salida. Hay que trabajar mucho para llegar hasta este punto”, desbrozó entonces. Pues bien, en Hazparne logró alzarse con el cetro ante Battitta Ducassou, seis veces campeón, por un claro 40-29. Luis Sánchez, que lleva desde 2020 como profesional del trinkete en la empresa Esku Pilota, es leyenda. Entra en la historia del tejadillo. 

El actual campeón de la especialidad tuvo la manija de la primera parte del envite, adelantándose hasta 1-6 y 10-17. Ducassou exprimió su buena defensa y el saque para sacar ventaja frente a un adversario tremendamente peligroso. No en vano, ante un as como Larralde había demostrado fortaleza y capacidad de sufrimiento. 

La remontada

Entregado a la seriedad y al cemento, Sánchez no entró en una vorágine de negatividad. Se mantuvo en pie. Como los juncos que se doblan pero nunca se rompen. Y salió indemne del comienzo superior de Ducassou. El de Esteribar tiene apenas 25 años y juega a trinkete desde 2016, pero argumenta con poso de veterano. Se abrazó a la potencia del pelotazo para erosionar al potente rival. El abrazo llegó en el cartón veinte

A partir de entonces, fue mejor que el experimentado zaguero de Itsasu. Luis se anotó once saques y fue superior en el peloteo. Del 20 iguales, al 40-29. El trinketista de Esteribar puso la guinda a un invierno de puro lujo. Enlaza el añejo Superprestige con el Individual. Es el mejor de la actualidad. Luis Sánchez mastica fronteras y vuelve a hacer historia. Es el primer manista de Hegoalde capaz de ganar el título más importante de la temporada en Iparralde, donde el trinkete es religión.